A la adolescente Letsy Márquez de 13 años, le esperaba un futuro amargo y quizá, la muerte.
Por: TaneTanae
El que suponían era un acto de rebeldía, la travesura de una muchacha que pretendía desconocer la autoridad de los padres y disfrutar de total libertad, resultó ser un aparente secuestro.
Un individuo con antecedentes penales y un requerimiento firme por la causa de “trata de personas” en el Circuito Judicial Penal deltano, la mantuvo retenida en compañía de otras 7 adolescentes con la presunta finalidad de trasladarlas ilegalmente a Trinidad y Tobago.
Apodado el “Bisoco”, según las investigaciones adelantadas por el sagaz Comisario Jackson London, Comandante de Polidelta y el inquieto Sup/J José Galindo, director del Servicio de Investigación Penal (SIP), las retuvo en aras de “negociarlas” para dedicarse a la prostitución.
En el lapso de casi 20 días, las 8 púberes permanecieron retenidas 6 días en una vivienda de la comunidad La Florida, de donde lograron escapar refugiándose en los módulos del paseo malecón Manamo, adyacentes al sector Las Guas Guas, siendo vistas por el mismo “Bisoco”, quien bajo supuesta amenaza las traslada a una casa en Los Cedros, en la que permanecen 6 días experimentando hambre y sed, mientras llegaba el momento de partir hacia la vecina nación. En vista de la cruenta situación, aprovechando una ocasión en que su captor llega ebrio en horas de la noche, a través de una ventana huyen de nuevo.
Tres de ellas se refugian en la casa de un familiar de Letsy en la comunidad Deltaven, lugar al que acuden los funcionarios del S.I.P. gracias a una llamada telefónica informando haberla visto, que resultó ser cierta.
Por último, cerrando la primera etapa de la investigación, mediante labores de inteligencia, determinan la ubicación de J. R. Núñez Barrios de 39 años, el famoso “Bisoco”, atrapándolo en la vivienda de Los Cedros y recluyéndolo en la comandancia de Polidelta, en calle Amacuro.
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