“Sabes que no tienes que hacer esto”, le dice Eitan a su amiga Sarah. “¿Esto?”, preguntó ella simulando no entender a qué se refería. Él extendió su mano apuntando hacia el gran salón de bodas en el que estaban, ya preparado para el gran festejo que se celebraría allí en menos de 24 horas.
Por: Clarín
La psicóloga estadounidense que vive en Nueva York compartió un texto en primera persona en el que contó cómo su mejor amigo trató de salvarla de un matrimonio que estaba condenado al fracaso. Una jugada arriesgada que sin dudas la marcó.
Sus palabras, se viralizaron rápidamente con cientos de interacciones. “Nunca olvidaré el momento en que Eitan me hizo la oferta para ayudarme a escapar”, contó.
Una pareja a la que nadie le veía futuro
Sarah relató que conoció a su pareja cuando tenía poco más de 30 años. “Un hombre alto y apuesto que me cortejó con grandes gestos y la intimidad de hablar hebreo juntos”. Aunque aquella relación no tenía el apoyo de sus seres queridos.
“Nadie entendió mi elección de esposo, ni mi familia, ni mis amigos, ni siquiera un mentor de la escuela de posgrado, quien objetó cortésmente después de que los presenté: ‘Bueno, lo importante es que lo ames’. Para ellos era obvio que éramos personas completamente diferentes”.
En algún rincón de su corazón, Sarah sabía que todos tenían razón: “Como psicóloga, pasé mi vida investigando los mundos internos de las personas, mientras que él, un analista financiero, vivía completamente en el mundo externo y tenía poca curiosidad por su psique o por la mía”.
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