Dos hermanos mataron a sus propios padres con escopetas de calibre 12 antes de gastar cientos de miles de dólares de su dinero, pero insisten en que era “matar o morir”.
Por The Sun
Lyle y Erik Menéndez fueron enjaulados de por vida después de matar a su mamá y papá, Kitty y José, en su mansión de Beverly Hills el 20 de agosto de 1989.
Los fiscales argumentaron que la pareja, que en ese momento tenía 18 y 21 años, asesinó brutalmente a sus padres en un intento por apoderarse de su enorme riqueza en uno de los casos de asesinato más famosos de Estados Unidos.
Lyle y Erik se convirtieron en sensaciones nacionales cuando sus juicios se transmitieron por televisión mientras afirmaban entre lágrimas que habían sufrido abusos durante toda su vida.
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