El presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, dijo este jueves que no es realista plantearse negociación de paz alguna con Rusia mientras la invasión continúe y las tropas invasoras sigan matando ucranianos.
Zelenski subrayó esa convicción tras un encuentro con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
La reunión estuvo flanqueada por fuertes medidas de seguridad. La estación de tren y varios centros comerciales tuvieron que ser inspeccionados en busca de posibles artefactos explosivos después de un aviso anónimo.
Los tres temas que dominaron la conversación fueron los problemas de seguridad alimentaria, la situación en la central nuclear de Zaporiyia y la falta de perspectivas de negociaciones de paz.
Erdogan calificó de éxito el acuerdo de exportación de cereales de Ucrania y recordó que 25 barcos ya han partido de los tres puertos ucranianos del Mar Negro con casi 625.000 toneladas de cereales a bordo.
Zelenski dijo que se discutió el progreso en la implementación del acuerdo, así como las formas de involucrar aún más barcos en la iniciativa.
Además condenó el robo del grano ucraniano y su reventa por parte de Rusia así como el “chantaje nuclear” en torno a la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, ocupada por las tropas rusas desde marzo.
Agregó que Rusia tiene que “inmediatamente y sin más condiciones retirar sus tropas de la planta, detener todas las provocaciones y detener todos los bombardeos” de su territorio.
Guterres dijo que la ONU estaba lista para respaldar una misión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) siempre y cuando hubiera garantías de Ucrania y de Rusia.
“La instalación no debe ser utilizada como parte de ninguna operación militar. En cambio, se necesita con urgencia un acuerdo para restablecer Zaporiyia como infraestructura puramente civil y garantizar la seguridad de la zona”, dijo Guterres.
Guterres también anunció la creación de una misión de investigación, encabezada por el general brasileño Carlos dos Santos Cruz de Brasil, para inspeccionar Olenivka, donde se encuentran recluidos más de 2.000 prisioneros de guerra ucranianos de Mariúpol.
La misión debe investigar las circunstancias de la muerte de unos 50 prisioneros de guerra ucranianos que murieron el 29 de julio en lo que sus familias llamaron “una ejecución pública por parte de Rusia”.
Guterres también pidió que se permita el acceso de los prisioneros al Comité Internacional de la Cruz Roja, haciéndose eco de las súplicas de las familias de los soldados que realizaron una manifestación cerca del Palacio Potocki ese mismo día.
Erdogan, por su parte, pidió “reactivar” las negociaciones de paz que tuvieron lugar en Estambul en marzo pasado y reiteró su disponibilidad como mediador para llegar a un acuerdo de intercambio de prisioneros de guerra.
Agregó que evaluaría con el presidente ruso, Vladímir Putin, los resultados de la conversación trilateral en relación a la posibilidad de efectuar ese intercambio.
Aunque Zelensky subrayó que las negociaciones de paz solo podrían comenzar después de que Rusia retirara su ejército de Ucrania, enfatizó que su conversación con Erdogan fue muy detallada y fructífera y que se había hecho énfasis en el tema de la reconstrucción de la posguerra.
El presidente turco, que llegó al mediodía a Leópolis tras volar al aeropuerto de Rzeszow en Polonia y trasladarse por carretera a la ciudad ucraniana donde tuvo lugar hoy la cumbre, regresará esta misma noche a Ankara.
Guterres tiene planeado visitar este viernes Odesa, uno de los tres puertos ucranianos del Mar Negro que forman parte de la iniciativa de exportación de granos, antes de volar a Estambul para visitar el centro de coordinación de la iniciativa.
EFE