La justicia argentina investiga si Plácido Domingo habría sido cliente de una red de trata de personas desarticulada esta semana en Buenos Aires. Varios medios se han hecho eco de los audios de unas llamadas telefónicas entre cabecillas de la red y una tercera persona que podría ser el tenor. Aún no se ha confirmado no obstante que esa sea su voz.
Por 20minutos
El hombre que podría ser Domingo acuerda con una mujer cómo tiene que ser el encuentro sexual y esta le aclara que está todo organizado para que la Policía no se dé cuenta. Esto es lo que se sabe de una trama conocida en Argentina como “la secta del horror”, que llevaba operando más de tres décadas.
¿Cuál era su fachada?
La red se camuflaba bajo la Escuela de Yoga del barrio de Villa Crespo. Como parte de su estructura, la organización tenía unos 170 “alumnos” en Argentina y otros tantos en Estados Unidos que aportaban una cuota mensual en divisas extranjeras denominada ‘ceremonial’.
Contaba además con otros 1.500 “alumnos captados”, a los que les cobraba por capacitaciones “evolutivas”, clases de lectura y distintas jornadas dirigidas a organismos estatales, consejos profesionales, organizaciones sin fines de lucro y público en general. Asimismo ofrecía a personas captadas en el extranjero “curas de sueño” en una clínica denominada CMI Abasto.
¿A qué se dedicaba realmente?
Según informaron fuentes policiales, bajo ese discurso de una filosofía que pregonaba “buscar el desarrollo de la felicidad”, el grupo captaba personas para incorporarlas a la organización, reducirlas a la servidumbre y, en algunos casos, ofrecerles supuestos tratamientos médicos con el objetivo de obtener dinero, influencia y protección para sus líderes. Los investigadores pudieron determinar que la organización también utilizaba a sus adeptas para el ofrecimiento de relaciones sexuales a personas “de poder”.
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