Los últimos sondeos publicados en Chile este jueves, cuando a partir de la medianoche comienza la veda para divulgar encuestas electorales, revelaron que se mantiene la tendencia a rechazar la propuesta de nueva Constitución en el plebiscito de septiembre.
El sondeo Pulso Ciudadano, de Criteria, mostró que un 45,8 % rechazaría el nuevo texto, mientras que un 32,9 % se inclinaría por aprobarlo.
Además, el sondeo estima que un 64,1 % del padrón electoral asistiría a las urnas y que habría un 15,7 % de indecisos, un 2,5 % que votaría nulo o en blanco y un 3,1 % que no iría a las urnas.
Por su parte, la encuesta Plaza Pública, de Cadem, señaló que habría un 17 % de los encuestas y que el “Rechazo” se impondría con un 46 %, frente al “Apruebo” con un 37 %.
Más de 15 millones de chilenos están llamados a las urnas el 4 de septiembre para decidir si desean aprobar la nueva Constitución o mantener la actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y reformada parcialmente en democracia.
Esta vez el voto es obligatorio, a diferencia del plebiscito de octubre de 2020, cuando el voto era voluntario y ganó por casi un 80 % la opción de redactar una nueva constitución con más de la mitad del padrón electoral.
Los analistas advierten que hay una bolsa de electores impredecible, que no acude a las urnas desde 2012, cuando el sufragio se hizo voluntario.
La derecha y parte de la centro izquierda votará en contra al encontrar el nuevo texto “radical”, mientras que la izquierda está haciendo campaña a favor del “Apruebo”, aunque se ha comprometido a alcanzar un gran pacto para reformar los aspectos más conflictivos.
La nueva norma declara a Chile un Estado social de derecho, frente al Estado secundario del texto actual, y consagra derechos como salud pública y universal, educación gratuita, mejores pensiones y acceso a la vivienda y al agua.
El derecho a la interrupción voluntaria de embarazo, el carácter plurinacional del Estado y la eliminación del Senado son algunos de los temas incluidos en el texto que generan más controversia.
EFE