El defensor español pasó a ocupar un papel muy importante en un vestuario plagado de figuras de renombre.
Por infobae.com
La bomba que estuvo a punto de explotar parece haber sido desactivada tras la espectacular victoria del PSG por 7-1 en su último partido, en el que tanto Kylian Mbappé, como Neymar y Lionel Messi aportaron su cuota goleadora.
Sin embargo, esa mecha que se encendió con la jugada del “penaltygate” entre el brasileño y el francés fue apagada no solo por la intervención del entrenador, sino también por la de otro de los referentes del plantel, que pese a su gran historial, quedó eclipsado por el tridente más poderoso de Europa.
Sergio Ramos es el elegido por Christophe Galtier tanto dentro como fuera del campo. Tras una primera temporada para el olvido, el central español se convirtió en una pieza clave para el elenco parisino no solo en la cancha sino también en el vestuario.
“Forma parte de los pilares del vestuario”, afirmó en rueda de prensa el técnico francés sobre el ex Real Madrid tras el triunfo ante el Nantes que le dio la Supercopa. “Este tipo de futbolistas, jueguen o no, aportan una experiencia de alto nivel”, añadió.
Unas declaraciones que una semana más tarde tomaron mayor trascendencia después de que el periódico galo Le Parisien informara que el defensor fue uno de los que intentó poner paños fríos en un momento en donde la tensión se cortaba con un cuchillo por lo sucedido entre Neymar y Mbappé.
El medio en cuestión detalló que, durante el entretiempo del primer partido ante el Montpellier, fue Sergio Ramos el que intervino entre ambos para tratar de evitar las fricciones en un vestuario donde el ambiente era malo, y poder salir más tranquilos a disputar la segunda mitad.
A su vez, también destacaron que en los últimos días el ex capitán merengue se volvió muy importante en un plantel con figuras de renombre, ya que no sólo tiene buena relación con el brasileño y el francés sino también con Lionel Messi, a pesar de haber sido archirrivales en su etapa en España.
En lo que respecta a lo deportivo, Ramos va en ascenso después de una primera temporada para el olvido marcada por sus lesiones. En total, el español había disputado 13 partidos de 33 en juego por problemas en su pierna derecha.
Tras realizar una buena pretemporada previa, el futbolista de 36 años se transformó en un titular indiscutible para el nuevo entrenador Galtier, quien lo alineó en las últimas tres presentaciones en un trío formado con Marquinhos y Presnel Kimpembe.
“Hacía tiempo que no jugaba con ese sistema. Nos estamos adaptando. Tiene sus ventajas, da solidez, estabilidad y equilibrio defensivo que se puede trasmitir a los de arriba”, aseguraba acerca de su nueva posición el defensor español, cuyo máximo deseo es volver a integrar nuevamente la lista que presentará Luis Enrique de cara al Mundial de Qatar 2022.