Atentado contra la hija del “cerebro” de Putin tensa más la situación entre Rusia y Ucrania

Atentado contra la hija del “cerebro” de Putin tensa más la situación entre Rusia y Ucrania

Darya Dugina.

 

 

 





 

La invasión rusa de Ucrania parece haberse estancado en el frente bélico cuando se van a cumplir seis meses de conflicto, pero cada vez se abren capítulos nuevos que tensan más si cabe la cuerda entre Moscú y Kiev, así lo reseñó 20 MINUTOS.

La última página escrita tiene que ver con el asesinato, tras explotar el coche en el que viajaba, de la hija del filósofo ultraconservador Aleksandr Dugin. Darya Dugina falleció al instante y las teorías y las investigaciones se han movido mucho en las últimas horas, sobre todo si tenemos en cuenta que fuera de Rusia su padre es uno de los ideólogos de cabecera de Putin, aunque su influencia sea mucho menor de lo que se cree.

En todo caso, el Kremlin no ha tardado en señalar directamente a Kiev. De hecho, el FSB -servicios secretos rusos- han apuntado ya el nombre de Natalia Vovk Pavlova, que llegó a Rusia el pasado 23 de julio junto con su hija de doce años, Sofia Shaban Mijailovna. Recogen además que, después de perpetrar el crimen, la mujer ucraniana viajó hacia Estonia desde Moscú junto con su hija. “Para organizar el asesinato de Dugina y obtener información sobre su estilo de vida, alquilaron un apartamento en Moscú en el edificio donde vivía la fallecida”, ha indicado, agregando que, para vigilar a Dugina, utilizaron un automóvil Mini Cooper con matrícula de Donetsk. El propio Putin ha calificado el asesinato como un hecho “vil”.

La figura de Dugin, en todo caso, se ha sobredimensionado en Occidente durante los últimos años, llegando a calificarle directamente como el “ideólogo de Putin”, cuando no es tal. “No es un mindundi”, aclara a 20minutos Arsenio Cuenca, analista especializado en el estudio de la extrema derecha. “Pero no ha tenido la influencia que siempre se le ha atribuido, aunque sí tiene sus contactos en Rusia”, continúa un Cuenca que recuerda que “durante la invasión rusa de Ucrania en 2014 quería la anexión del Donbás” y eso era algo que a Putin “en aquel momento no le interesaba”. Así que “le condenó al ostracismo tanto mediático como académico” porque, en definitiva, “no es una figura que haya despertado mucha simpatía”.

En ese escenario, el jefe de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), Denis Pushilin, ha vuelto a reiterar este lunes que las autoridades ucranianas “han pasado al terror individual” en el marco del asesinato de Dugina. “Según todos los indicios, podemos decir que Kiev ha pasado al terror individual. ¿Cuál es el sentido de pensar en algún tipo de accidente, en algún tipo de coincidencia? Por desgracia, no es necesario”, expresó, especificando además que el objetivo real de Kiev era el propio filósofo ruso.

Por contra, el exdiputado opositor ruso Ilya Ponomarev acusó anteriormente al Ejército ruso de perpetrar el asesinato de la hija de Dugin. “Como muchas otras acciones partidistas directas llevadas a cabo en el territorio de Rusia en los últimos meses, fue llevada a cabo por el Ejército”, aseguró. Mientras, el Gobierno de Zelenski señala como posibles responsables a “grupos políticos rusos que están intentando repartirse el espacio ideológico del país”.

Toda esta situación envuelve el momentum bélico, que si bien está estancado no se encuentra inactivo. Así, Ucrania ha denunciado nuevos bombardeos nocturnos sobre infraestructuras civiles en la región de Járkov, escenario estas las últimas semanas de las ofensivas rusas. El alcalde de la localidad, Ihor Terekhov, ha precisado que en esta ocasión los misiles de Moscú han golpeado un edificio de dos pisos en el distrito de Kiev desde la ciudad rusa fronteriza de Belgorod.

“Continuando con su práctica de bombardeos nocturnos, a las 2.49 (hora local) nuestro enemigo ha disparado contra infraestructuras. Un edificio de dos pisos ha sido destruido. Hubo un pequeño incendio, no hay información sobre las víctimas”, ha contado en su página de Telegram. La semana pasada, las autoridades ucranianas confirmaron la muerte de al menos 21 personas debido a los bombardeos rusos sobre varias distritos de Járkov, entre ellos Slobid, Jolodnohirski y Saltivski, o la ciudad de Krasnograd.

De acuerdo el Ministerio de Defensa británico, la renovada ofensiva sobre Járkov de las fuerzas rusas sería una maniobra de Moscú por concentrar a las tropas ucranianas en esa línea del frente, ya que disponen del control de la región. A su vez, la Inteligencia británica señaló que a pesar de que la línea del frente en esta región apenas ha sufrido variaciones desde mayo, Járkov ha sido una de las ciudades más bombardeadas desde el comienzo de la invasión, posiblemente porque se halla “dentro del alcance de la mayoría de los tipos de artillería rusa”.

Otra vertiente de la guerra son las cifras, y Kiev admite que 9.000 de sus efectivos han perdido la vida desde que Rusia lanzó su invasión. El comandante de las Fuerzas Armadas ucranianas, Valeri Zaluzhni, ha sido el encargado de actualizar estas cifras, durante un discurso en el que no ha ofrecido más detalles acerca de los fallecidos, por ejemplo para aclarar a qué cuerpo pertenecen o si hay también en la lista mercenarios extranjeros, según Ukrinform.

Tanto el Gobierno ucraniano como el ruso se han mostrado reacios en estos últimos meses a informar de sus respectivas bajas en combate, si bien sí han dado cuenta de los supuestos éxitos logrados en actividades bélicas contra el enemigo. Kiev sí actualiza periódicamente la cifra de fallecidos en el bando ruso, que ya se situaría en unos 45.400. Según el balance de las Fuerzas Armadas de Ucrania, sólo el domingo perecieron unos 200 “invasores”.

Dado el punto muerto en el que ha entrado la guerra la UE abrirá en las próximas semanas un debate para enviar una misión al país para entrenar al ejército ucraniano, rompiendo así otro de los tabúes en torno al papel global de la Unión. “Parece razonable que una guerra que está durando y que parece que va a durar requiera un esfuerzo no solo de suministro de material, sino también de entrenamiento y de ayuda a la organización del ejército”, expresó el Alto Representante, Josep Borrell, en el curso “Quo Vadis, Europa”, organizado por la Universidad Menéndez Pelayo.

El jefe de la diplomacia europea aclaró, eso sí, que esas maniobras se darían “en países vecinos” y no en Ucrania. El tema se abordará el próximo lunes en Praga, donde se verán los ministros de Defensas en el inicio del nuevo curso político. Estos despliegues ya se dan en otros 17 países y de hecho la UE ha puesto en marcha más de treinta misiones de la política común de seguridad y defensa (PCSD) desde 2003. Actualmente hay diez misiones civiles y seis misiones u operaciones militares en curso en Europa, África y Oriente Próximo.