Debieron pasar 50 años para que la humanidad vuelva a lanzar un cohete a la Luna. La nueva misión Artemis de la NASA, que se prueba hoy sin el envío de astronautas, es el mayor desafío encarado para volver a alcanzar nuestro satélite natural como escenario de prueba para que en la próxima década y con la misma tecnología, lleguemos a Marte.
Por infobae.com
En este enorme desafío, tan grande como el mismo cohete de una cuadra de alto (98 metros) se probará una nueva nave espacial y también una innovadora cápsula más grande para llevar más astronautas en un viaje de varias semanas. Así, este lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida, probará el nuevo cohete llamado Space Launch System (SLS) o Sistema de Lanzamiento Espacial y una nueva cápsula espacial, llamada Orión, con capacidad para transportar hasta 4 astronautas en lugar de los 3 que tenía la lanzada hace cinco décadas.
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Y uno de los mayores retos a probar en este primer vuelo sin tripulación, es justamente cómo será el comportamiento del nuevo cohete y cápsula durante las 6 semanas que durará el viaje hasta el retorno a Tierra. Para ello, la función de guiado y control de la misión Artemis I es clave en toda esta nueva aventura. Infobae habló en exclusiva con Eduardo García Llama, responsable de guiado y control de la nave Orión y jefe de operadores de vuelo de ingeniería para el guiado y control de la misión Artemis de la NASA en el Centro Espacial Johnson, ubicado en Houston, Texas, Estados Unidos.
“El guiado y control es un sistema que le dice a la nave lo que tienen que hacer para cumplir y ejecutar maniobras en el espacio, seguir en la trayectoria en la que tiene que estar, hacer correcciones, cambiar de orientación en el espacio, hacer encendidos de motores en el espacio para entrar en la órbita alrededor de la Luna o salir de ella y dirigirse hacia la Tierra después. Y el sistema de control es el que ejecuta todos esos pasos que hay que dar. Es el que enciende los motores, el que controla qué motores cohetes se tienen que encender en un sentido y en otro y en qué momento”, explicó García Llama en un diálogo por Zoom exclusivo con Infobae desde Houston, Estados Unidos.
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Infobae – ¿Qué experiencia anterior has tenido para asumir este rol tan importante como jefe de guiado y control para Artemis I?
García Llama – “Yo he estado trabajando en otros proyectos que no han sido Orión o Artemis durante los primeros años en la NASA como contratista. Antes de pasar a Orión en 2017 estuve trabajando en el diseño de entradas atmosféricas en Marte. El planeta tiene una atmósfera muy tenue y estuve trabajando en reentrada de misiones tripuladas. Hice muchos estudios sobre ingreso a Marte. Y en todo este tiempo he realizado distintos tipos de trabajo. He sido analista, programador, he pasado por varios puestos entre medias y ahora me encuentro en esta posición de más responsabilidad, ayudando a coordinar un grupo bastante largo de trabajo para conseguir tener éxito en la misión y preocuparnos de nuestro sistema, que es el de guiado y control”.
I – ¿Qué otros sistemas tiene la nave?
GLL – “Existen muchos sistemas a bordo, como el sistema de potencia eléctrica, el de propulsión, el sistema térmico y sistemas de navegación. Como manager de guiado de control llevo 3 años y como jefe de controladores de vuelo y guía en ingeniería llevo ya dos años, con misiones de control. Es un proceso largo de entrenamiento para mí y para mi equipo”.
I – ¿Artemis no es solamente la vuelta a la Luna?
GLL – “Artemis es un paso también de cara a un objetivo de un poco más largo plazo que es de llegar Marte. En un futuro, cuando se vaya a Marte, la tripulación tendrá que realizar su entrada atmosférica en Marte utilizando tecnologías que vamos a probar en el programa Artemis. Y efectivamente la reentrada atmosférica en Marte es un gran problema a nivel técnico que todavía existe y en el que hay otros grupos investigando. En esta misión Artemis I por ejemplo, vamos a probar el escudo térmico único en su clase. Porque la cápsula, el módulo de mando de Artemis, de la nave Orión, está diseñada para albergar a 4 astronautas y eso hace que sus dimensiones sean mayores. Entonces, uno de los objetivos en la misión Artemis I es realmente conseguir velocidades de retorno lunar. No es lo mismo entrar en la atmósfera terrestre desde una órbita baja de la Tierra, como por ejemplo en la que está la Estación Espacial Internacional, que regresar de la Luna. Al regresar de la Luna, llegamos a velocidades de alrededor de 11 kilómetros por segundo. Y eso, cuando se atraviesa la atmósfera terrestre crea una interacción con el flujo dinámico al que enfrenta la nave. Y el escudo térmico, hace que se caliente a muchísima temperatura. En ese trayecto en la atmósfera, la nave tiene que estar haciendo maniobras para asegurar que luego aterrice o americe en el lugar adecuado y lo más cerca de los servicios de rescate que luego la van a recoger. Es un problema complejo y parte de esta misión es probar el escudo térmico y ver que funcione”.
I – ¿Y cómo será ese descenso a la Tierra?
GLL – “Tendremos nuestros minutos de terror en Artemis I cuando se efectúe esa reentrada de la cápsula Orión en la atmósfera, como la NASA los tuvo cuando llegó a Marte con los rovers Curiosity y Perseverance y calificaron así ese descenso. Yo creo que estamos bien preparados para que todo salga con éxito. Es un vuelo de prueba. Es cierto que se vuelan muchos componentes. El cohete es nuevo, la cápsula también y hay muchos sistemas que se prueban por primera vez. Es cierto que es posible que surjan algunos problemas, como todo lo que se hace por primera vez. Pero esperemos que todo salga bien y si no, pues ahí estaremos para intentar solucionar lo que sea que surja”.
I – Esta vuelta a la Luna te toca en forma personal, ya que has escrito recientemente un libro sobre el Apolo 11
GLL – “Siempre quise escribir ese libro. No solo hablo de los primeros aspectos técnicos de la misión lunar Apolo, sino también del aspecto humano. ¿Qué había en las mentes de los tres astronautas del Apolo 11?, ¿Cuál fue su pasado?, ¿Cómo eran sus vidas?, ¿Por qué momentos difíciles pasaron a la hora de enfrentarse a esta misión y luego de ella? Se enfoca en todos los aspectos humanos. Cuando escribí este libro pensé también que yo formaría parte del segundo capítulo de la exploración humana en la Luna con la nueva misión Artemis, que tiene la meta de volver a llevar seres humanos a la Luna, ahora con el propósito de quedarnos”.
I – ¿Quedarnos en la Luna?
GLL – “Estamos centrados en quedarnos en la Luna. Apolo, tuvo unas cuantas misiones humanas. Hubo varios astronautas que estuvieron en la superficie lunar. Pero en diciembre de 1972, con el Apolo 17, fue la última misión lunar. Y nosotros con Artemis es el nuevo capítulo. Es volver a la Luna pero para quedarnos. El objetivo es tener una base con presencia humana permanente que sirva para un puesto de pruebas de muchas tecnologías, para aprovechar recursos in situ y desarrollar sistemas de energía autónomos que luego nos sirvan para que los probemos allí y para utilizarlos en Marte. Cuando se vaya al planeta rojo, los seres humanos que estén allí tendrán que estar unos cuantos meses. Entonces, tenemos que asegurarnos muy bien de que todos los equipos con los que tendrán que convivir, que proveerán su forma de vida en esos meses, pues funcionen. Y la Luna es el mejor medio para conseguir eso”.