Es imposible hablar de fantasía sin invocar a J.R.R. Tolkien. Cualquier obra del género es inevitablemente comparada con el universo del autor inglés. La Rueda del Tiempo (Robert Jordan, 1990) es El Señor de los Anillos con más magia; Canción de Hielo y Fuego (George R.R. Martin, 1996) es El Señor de los anillos pero con sexo (y sin elfos); La saga de los confines (Liliana Bodoc, 2000) es El Señor de los Anillos pero latinoamericano.
Por Infobae
Hoy la fantasía acarrea grandes audiencias en todos los medios y plataformas. A pesar de un final que no estuvo a la altura, Game of Thrones batió los records de ser la serie más cara, más vista, más pirateada y más premiada de la historia. Cualquier lista de libros más vendidos tiene al menos uno de fantasía, y uno de los canales de la plataforma de gaming Twich que más dinero recaudó en 2021 fue de un grupo de actores de voz que semanalmente juegan al juego de rol Calabozos y Dragones.
El 2 de septiembre llega a la plataforma de streaming Amazon Prime la serie El Señor de los Anillos: los Anillos de Poder. Cronológicamente, será una precuela a las películas de El Señor de Los Anillos y de la trilogía de El Hobbit dirigidas por Peter Jackson y ambientadas, según la creación de Tolkien, en la Tercera Edad de la Tierra Media.
La era en la cual transcurrirá la serie de Amazon, la Segunda Edad, es por lejos la que menos material bibliográfico tiene para adaptar. En un apéndice de la trilogía de El Señor de los Anillos se lee que en esos años oscuros para los hombres de la Tierra Media “los registros de lo acaecido son escasos y breves, y su fecha es a menudo incierta”.
El material escrito que los creadores de la serie J.D. Payne y Patrick McKay tuvieron a su disposición es casi inexistente en comparación al que tenía Peter Jackson, y está desperdigado a lo largo de toda la bibliografía de Tolkien. En términos estrictos, El Señor de los Anillos: los Anillos del Poder será una interpretación y una reconstrucción de una era casi desconocida. En palabras del propio McKay: “Esta es la novela que Tolkien nunca escribió”.
Mundo propio
John Ronald Reuel Tolkien escribía para sí mismo y su círculo más cercano. Su primer libro, El Hobbit (1937) fue escrito para sus hijos sin ninguna intención de ser publicado. El manuscrito circuló de mano en mano hasta llegar a una empleada de la editorial londinense George Allen & Unwin, que a su vez le pasó el manuscrito a su jefe, quien se lo pasó a su hijo: la aventura le gustó tanto que decidieron publicarla.
El resto es historia. El Hobbit se transformó en un fenómeno editorial y 17 años después saldría su secuela en forma de trilogía y para un público más adulto: El Señor de los Anillos. J.R.R. Tolkien no concebía su obra como algo para publicar. Sin la presión de sus editores, amigos más íntimos y sin las recolecciones de su hijo, Christopher Tolkien, no tendríamos Tierra Media. Buena parte de su trabajo fue publicado de forma póstuma por su familia, que se encargó de recolectar, ordenar e incluso a veces completar la obra del autor.
De estas publicaciones la más popular es El Silmarillion (1977), una obra difícil de catalogar por su particular estructura narrativa. El libro consiste en una serie de relatos que abarcan principalmente la creación del mundo y la Primera Era. Los Silmarils, que le dan el nombre, son unas joyas poderosas que sirven de hilo conductor. El grueso del libro cuenta el origen de elfos, enanos y hombres, y el enfrentamiento de las fuerzas del bien contra el mal.
El libro no es enteramente consistente en tono y formato. Fue una decisión consciente para dar cuenta de la antigüedad de los eventos que allí se narran. En el prólogo, Christopher Tolkien escribió: “Mi padre llegó a concebir El Silmarillion como una compilación, una narración compuesta a partir de fuentes muy diversas (poemas, crónicas y cuentos orales) que habrían sobrevivido en una antiquísima tradición”.
Incluso antes de que Peter Jackson hiciera su primer corto amateur a los quince años, la obra de Tolkien ya tenía trabajos académicos, cartógrafos armando mapas geográficos y geológicos de las distintas eras en base a sus escritos, y debates extensos que van desde grandes discusiones como los temas y las narrativas que aborda el autor hasta desmenuzar qué se puede interpretar de un pie de página.
Qué es la Segunda Edad
Ningún libro de J.R.R Tolkien, de los que publicó en vida y los que fueron compilados por su hijo de forma póstuma, está ambientado exclusivamente en la Segunda Edad. La razón de la falta de desarrollo es tema de discusión. Algunos creen que si Tolkien hubiese vivido otros 81 años, tendríamos escritos detallados de esta era oscura. Otros sostienen que al autor nunca le interesó demasiado sino que cumplió más bien la función de “puente” para poder explicar cómo El Silmarillion y El Señor de los Anillos son parte del mismo mundo.
La Segunda Edad, que dura 3.441 años, empieza con un periodo de paz en el que los humanos y los elfos viven en armonía. La encarnación del mal en esta era y la que sigue es Sauron, quien adquiere poder mediante engaños y manipulaciones y corrompe a gran parte de los humanos. También convence a los elfos de que forjen los Anillos de Poder y crea el Anillo Único con el fin de controlarlos a todos.
Esta etapa termina cuando se crea la última alianza de elfos y hombres para derrotar a Sauron, flashback que aparece en la película de Jackson La Comunidad del Anillo. Sin embargo, su fuente de poder sigue existiendo, porque el Rey de los humanos, Isildur, se niega a destruir el Anillo Único. Este final de era agridulce e incierto es el que dará lugar a los eventos que luego transcurrirán en El Hobbit y El Señor de los Anillos.
Los autores de la nueva serie de Amazon se apoyaron, por un lado, en algunos apéndices de los libros de El Señor de los Anillos, que están escritos más en forma de documento histórico que en formato historia, por lo que su adaptación no resulta tan sencilla. Otra fuente que utilizaron para narrar la Segunda Edad fue el relato de El Silmarillion “Los Anillos del Poder”, que le da nombre a la serie y que fue escrito por Christopher Tolkien en base a notas incompletas de su padre. La producción también se inspiró en los Cuentos Inconclusos (1980), que a pesar de ser como su título dice, relatos sin terminar, fueron un éxito editorial. Y por último, en algunos tomos de la antología La Historia de la Tierra Media (1983 a 1996).
A diferencia de El Señor de los Anillos y El Hobbit, que siguen a un grupo de personajes más o menos estable que viven la historia y descubren un mundo, los relatos de la Segunda Edad no tienen elementos para hacer una adaptación fiel y lineal. En un principio se especuló que la serie iba a estar estructurada como una antología, es decir capítulos con historias separadas pero conectadas entre sí dando cuenta de los distintos hitos a lo largo de los 3.400 años de este periodo. Con los primeros tráileres se vio que esto no sería así, y que Amazon se tomó licencias e interpretaciones que no necesariamente van a alegrar a todos. La principal: sintetizar todo lo ocurrido en unos 100 años.
Otro ejemplo es la caracterización de una de las protagonistas de la serie, la elfa Galadriel, interpretada por la actriz escocesa Morfydd Clark. En los avances la vemos personificada como una guerrera, exploradora y líder. En toda la mitología de Tolkien hay no más de dos líneas para justificar este enfoque con el personaje: “(Galadriel) creció hasta ser más alta que las mujeres de los Noldor; era fuerte de cuerpo, mente y voluntad”.
ontrasta con la caracterización de la elfa de la trilogía fílmica de El Señor de los Anillos (interpretada por Cate Blanchett), donde los rasgos que la destacan son su sabiduría, su inteligencia y su belleza. Este enfoque tiene más sustento si nos ceñimos estrictamente a la bibliografía. La reinterpretación no es necesariamente algo negativo. De hecho, Galadriel juega un rol vital en la Segunda Edad, por lo que tiene sentido ampliar su protagonismo. A su vez, esto enojó a algunos fanáticos del autor que se hicieron visibles en redes sociales insultando a la productora y acusándolos de destruir el legado de Tolkien.
Otro elemento que resonó para mal es la caracterización de la magia. En el tráiler vemos algunas escenas cuyos efectos especiales y espectacularidad se parecen a los de una película de Marvel. Es llamativo ver la magia mostrada de esta forma cuando en el universo de Tolkien –y en las películas de Jackson–, la hechicería es presentada de una forma sutil, reservada y misteriosa.
Legado
El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo (2001) marcó un antes y un después en la historia del cine en general y del género de fantasía en particular. Peter Jackson dio una clase magistral de cómo adaptar un libro a la pantalla grande. Requiere un gran talento ajustar una obra escrita en otro siglo que jamás fue pensada para cine, mantener sus temas centrales y su espíritu, y que los recortes y adiciones con respecto al original sean en su gran mayoría considerados aciertos.
Amazon adquirió los derechos de la franquicia en el año 2017 por la suma de 250 millones de dólares. Se estima que el costo de producción de la serie es de aproximadamente 1 billón de dólares, lo que la volverá la más cara de la historia. La primera temporada tendrá ocho capítulos y ya hay una segunda confirmada.
Los desarrolladores de El Señor de los Anillos: los Anillos del poder tienen sobre sus hombros la titánica tarea de interpretar una parte de la obra de Tolkien que, estrictamente hablando, no existe. Si su legado perdurará o pasará a ser una nota al pie en la historia de adaptaciones mal hechas, solo el tiempo –y el fandom– lo dirán.
Quién fue J.R.R. Tolkien
? Nació en territorio británico que hoy es Sudáfrica en 1892 y murió en Inglaterra en 1973.
? Fue escritor, poeta, filólogo y profesor universitario. Está considerado uno de los grandes autores de literatura fantástica.
? Escribió El hobbit con la idea de que lo leyeran sus hijos y sus amigos, pero el texto llegó a una editorial y rápidamente se convirtió en un enorme éxito.
? Su saga El señor de los anillos fue adaptada al cine en una de las producciones más caras y exitosas de la historia.
? Fue nombrado Comendador de la Orden del Imperio Británico en 1972.