Desde mediados del pasado mes de agosto, al menos tres familias del municipio Jáuregui, en el estado fronterizo de Táchira, han sido reportadas como desaparecidas. En total son más de 20 personas, quienes se dejaron llevar por las creencias de una pareja del movimiento carismático católico, que tenía fuerte influencia en varios núcleos familiares de la zona.
Por Anggy Polanco / Corresponsalía La Patilla
Pese a que desde el 25 de agosto había una denuncia formal ante la Delegación Municipal del Cicpc La Grita, la información se filtró a los medios de comunicación los primeros días del mes de septiembre, cuando las personas ya tenían más de 15 días desaparecidas, causando gran asombro entre los tachirenses por la forma de mantener oculta tan grave información.
El jefe de la Dirección de Seguridad Ciudadana, Willman Rivera Torres, informó que son entre 20 y 24 personas que se encuentran desaparecidas, pero lo extraño de la desaparición de estas familias, es que solo un doliente, esposo de una mujer recién dada a luz que se halla dentro del grupo de personas desaparecidas, es el único que interpuso una denuncia formal ante la delegación del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de La Grita.
“Pueden ser entre 20 y 24 personas, que según la información del denunciante se debe a algo religioso. Dicen que es una secta religiosa, que está hacia la montaña adentro”, expuso el vocero oficial.
El funcionario policial dijo que el caso se encuentra en una etapa de investigación, por lo que deberían obtener un resultado de lo que motivó a estas personas a introducirse a zonas montañosas una vez que concluyan las pesquisas. Precisó que la Fiscal 27 del Ministerio Público, María Luisa Rangel, está asignada al caso y desde este lunes ya se encuentra en Jáuregui trabajando con los cuerpos de seguridad.
Rivera Torres detalló que uno de los comentarios que han recibido es que una de las personas habría dicho que tuvo una aparición de la Virgen María y le dijo que se retirara hacia un sector específico, porque serían los únicos que se salvarían del fin del mundo.
“El Estado coloca al Cicpc al frente de la investigación y los cuerpos de seguridad y la policía están como auxiliares de ellos”, especificó.
Desaparecidos en las montañas
Los integrantes de la primera familia reportada y residentes del sector Santa Ana del Valle, fueron identificados como José Manuel Mora, 50 años; Brígida Roa, de 56 años; Rosselis Viviana Luna, de 28 años; Dorimar Roxely Prato Luna, de 8 años; Valery Sofía Prato Luna, de 24 días de nacida; Roxana Briggith Luna Roa de 32 años; Manuel José Mora Luna de 10 años; José Alejandro Mora Luna de 6 años, y Dickson Alberto Luna Gutiérrez de 14 años.
Adicionalmente, reportan como desaparecidos a las siguientes personas: Adolfo Peña, de 59 años; Teresa García, de 53 años (estas dos personas señaladas de ser carismáticas religiosas y quienes les habrían “lavado el cerebro” a los ciudadanos desaparecidos); Carlos García de 30 años; Francy Peña de 27 años; Wilfredo Serrano de 32 años, y Joaquín Serrano de 1 año de edad.
El sábado 3 de septiembre una comisión de rescatistas de Protección Civil-Uribante se desplegaron en conjunto con familiares de los desaparecidos en el sector Lagua de García, ubicada dentro del Parque Nacional Juan Pablo Peñaloza, pues habrían sido vistos abordando un camión Ford Tritón color azul y un Toyota (machito) color plata, pero la búsqueda fue infructuosa. Los allegados a los desaparecidos siguen en las montañas del municipio Jáuregui y Uribante buscándolos desesperadamente.
Se acerca el fin del mundo
El director de Protección Civil Táchira, Yesnardo Canal, comunicó este lunes que ocho funcionarios del equipo de Búsqueda y Salvamento apoyarán en la pesquisa a partir de este martes. Por ahora, ya realizaron los primeros patrones de localización, tomando en cuenta la topografía del sector como los indicios de avistamiento, y teniendo previsto iniciar por los sectores Pelenque, Los Llanetes y Páramo El Rosal, incluso, parte del municipio Uribante.
De acuerdo con el testimonio aportado por una persona allegada a la familia Luna, desde hacía varios años, Rosa García y Adolfo Peña frecuentaban las viviendas de las familias, según porque decían que una de las integrantes estaría poseída por un ente diabólico.
Según el relato, el fanatismo religioso de las personas fue creciendo, al punto que comenzaron a aislar a los niños del mundo exterior, les prohibieron ver televisión y les dañaron los teléfonos, los habrían sacado de las escuelas, además supuestamente los sometían a largas y extenuantes horas de rezos, incluso, en horas de la madrugada.
Pero desde hace dos meses para acá, José Manuel Roa (uno de los desaparecidos), quien era un vendedor de plátanos, comenzó a avisarle a sus clientes que él no iba a trabajar más, con la excusa que se iba a una finca.
No obstante, entre personas que estuvieron algún tiempo perteneciendo al grupo, al ver que el nivel de fanatismo era extremo, se terminaron retiraron y se comenzó a comentar que tenían planeado esconderse en los confines de las montañas del municipio, que se caracterizan por ser zonas de páramos, porque empezaron a creer que el mundo se acabaría en septiembre.
La fuente indicó que una de las personas manifestaba haber tenido un encuentro con una virgen que le habría dado instrucciones de esconderse. Ante esto, el sacerdote Jesús Mora Calderón, párroco de la Basílica Menor de La Grita, durante la misa de dominical, lamentó que las personas creyeran en supuestas revelaciones de la Virgen María sobre el fin del mundo y fueran llevadas a separarse de sus entornos familiares y sociales.
