Una joven madre inmigrante de Venezuela cuenta cómo fue su travesía de dos meses para poder llegar a Chicago y reunirse con su familia.
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Entré lágrimas Paola Ovaldo, de 22 años, relató a Telemundo cómo fue su larga odisea para poder llegar a la ciudad de los vientos. “Estoy muy agradecida con las hermanas porque no me han desamparado, ni me han dejado sola”.
“He pasado muchas cosas. Dos meses viajando, caminando, llevando sol, lluvia, con mis hijos que se han enfermado”, cuenta la joven venezolana que a pesar de estar en un refugio de una Iglesia espera reencontrarse con su esposo que aún sigue en Texas.
“La selva es duro, de broma mis hijos no murieron en esa travesía”, puntualizó.