El rey Carlos III, que ha llegado a Escocia con la reina consorte, Camilla, se ha bajado de su coche antes de entrar en el palacio de Holyroodhouse, en Edimburgo, para saludar a la gente congregada en el lugar.
El soberano y Camilla han viajado desde Londres para presidir el cortejo fúnebre con los restos mortales de Isabel II que partirá esta tarde desde Holyroodhouse hasta la catedral de St. Giles, en el casco histórico de la capital escocesa.
Frente a las altas rejas que rodean este imponente palacio, que tiene forma de castillo, miles de ciudadanos, entre ellos algunos turistas, han depositado ramos de flores y tarjetas, en las que se podía leer “Gracias Su Majestad por su servicio” o “Descanse en paz”.
El féretro de Isabel II, cubierto con el estandarte real de Escocia, permanecerá en St. Giles hasta mañana martes, cuando será llevado a Londres de cara al funeral de Estado que tendrá lugar el próximo día 19 en la Abadía de Westminster.
Una guardia de honor del Regimiento de Escocia saludó al rey Carlos III y la reina consorte a su llegada a Holyroodhouse.
Desde ayer por la tarde, el ataúd de la reina está en el salón del trono de este palacio después de que fuera llevado por carretera desde el castillo de Balmoral, en el noreste de Escocia.
EFE