Ecuador es el puente obligado para el retorno de centenares de venezolanos que residían en Perú, Chile y Argentina, que ante los fuertes controles migratorios y falta de trabajo ahora quieren apostarle al sueño americano.
Por El Universo
Este fenómeno se registra desde hace tres meses, pero en las últimas semanas la presencia de venezolanos en las terminales fronterizas de Huaquillas y Tulcán se triplicó a entre 500 y 700 viajeros cada día.
El extranjero explicó que visitará a sus abuelos e inmediatamente después se aventurará a viajar a los Estados Unidos. No tiene sus documentos en regla, pero migrará nuevamente porque –dijo– las necesidades económicas lo obligan a buscar un futuro mejor en otros destinos.
Yesid Gutiérrez, nacido en Caracas hace 23 años, vivió en Puerto Mont (Chile) los últimos cuatro años. Perú y Chile, considera, ya no son destinos laborales para los venezolanos, porque –explicó– los controles migratorios son fuertes y regularizarse resulta “imposible” por las dificultades que hay en Venezuela para obtener varios documentos.
Como ellos, decenas de jóvenes con sus mochilas arriban a la terminal terrestre de Tulcán desde varias ciudades de los países vecinos, dejando nuevamente a padres, esposas e hijos, con la ilusión de asentarse en territorio americano y después de estabilizarse llevar a sus parientes.
“Hemos ahorrado algunos dólares que serán revertidos para apostarle a la posibilidad de ir a trabajar a Estados Unidos”, dijo Luis Márquez, originario de Barquisimeto.
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