El papa Francisco afirmó hoy que aunque es difícil entender que se pueda dialogar con los estados que han comenzado una guerra y que es una situación que no guste, “que huela mal”, hay que hacerlo, al responder sobre si existía alguna “línea roja” para intentar dialogar con Rusia en la rueda de prensa a bordo del avión papal de regreso de su visita de tres días a Kazajistán.
El papa, sentado en una silla ante los periodistas al fondo del avión debido a sus problemas de rodilla, defendió que es necesario intentar el diálogo siempre, aunque sea con “el país agresor”.
“Siempre es difícil entender el diálogo con los Estados que han comenzado la guerra. Es difícil, pero no tenemos que descartarlo, tenemos que dar la oportunidad de diálogo a todos, porque siempre existe la posibilidad de que se puedan cambiar las cosas”, dijo Francisco, que evitó referirse específicamente a Rusia.
El pontífice argentino consideró que el diálogo es necesario porque con él “se obtiene otro punto de vista”. “Yo no excluyó el diálogo con naciones en guerra, aunque sean el agresor”, agregó.
“Se tiene que hacer, aunque sea algo que huela mal, pero se tiene que hacer porque, si no, cerramos el único diálogo para la paz”, explicó.
Luego, “en el caso de que no acepten el diálogo, pues es una pena pero por los menos hay que ofrecerlo”, señaló.
Francisco, que ha realizado hasta 80 llamamientos para detener la guerra en Ucrania, ha sido criticado a veces por no referirse a Rusia como agresor y también fue convocado el nuncio en Kiev por el ministerio de Exteriores ucraniano para protestar por unas palabras del papa en las que citó cómo “víctimas de la guerra” a los ucranianos y el atentado en el que murió Daria Dúguina, hija del que es considerado el ideólogo del presidente ruso, Vladímir Putin.
Por otra parte, el papa se refirió al envío de armas a Ucrania por parte de los países como “una decisión política”, pero explicó que “puede ser moralmente aceptada si se hace en determinadas condiciones” mientras que “es inmoral cuando puede provocar más guerras o sirve sólo para vender armas”.
Para Francisco “la intención es fundamental” cuando se envían armas para la defensa, porque “defenderse es lícito”. “El derecho a la defensa sí, pero sólo usado cuando es necesario”, aclaró.
Mientras que agregó que “fabricar armas es un negocio asesino” y que alguien le explicó que “si se dejasen de vender armas, se resolvería el hambre del mundo, o se daría educación a todos”,
El papa lamentó también que en este momento se respire “aire” de guerra y que parece que “si no hay guerra no respiramos”.
EFE