El Gobierno haitiano condena la “violencia” y “vandalismo” en las calles

El Gobierno haitiano condena la “violencia” y “vandalismo” en las calles

Un hombre participa en una protesta, el 16 de septiembre de 2022, en Puerto Príncipe (Haití). EFE/Johnson Sabin

 

 

El ministro de Justicia haitiano, Berto Dorcé, condenó este sábado en nombre del Gobierno los “actos de violencia” perpetrados en las manifestaciones en Puerto Príncipe y otras ciudades para exigir la salida del primer ministro, Ariel Henry, luego de que este ordenara un aumento en el precio de los combustibles.

“Condeno con el máximo rigor los actos de violencia, saqueo y vandalismo perpetrados contra los locales de instituciones públicas e internacionales, empresas privadas, así como a las residencias de dirigentes políticos y ciudadanos pacíficos”, escribió Dorcé en su cuenta de Twitter.

El alto funcionario dijo aprovechar la ocasión para llamar a la población a “no ceder a la violencia”, que calificó de “ciega y destructiva” auspiciada por personas “sin fe ni ley” que no tienen otro objetivo que satisfacer “su hambre política”.

Dorcé afirmó que las autoridades públicas han recibido “instrucciones” para perseguir a los autores intelectuales y a los ejecutores de los actos de violencia ocurridos a lo largo de esta semana en el país, principalmente en Puerto Príncipe.

El ministro que los responsables responderán ante la Justicia por sus delitos.

“Se trata de actos bárbaros, repugnantes y reprobables, contrarios a la ley, al Estado de Derecho y a las normas democráticas”, agregó.

Este viernes se sucedieron los saqueos y la violencia, y miles de personas se manifestaron para exigir la salida del poder de Henry.

Esta es la condición de los manifestantes para abandonar las calles, envueltas ayer de nuevo en el humo de neumáticos, barricadas y locales ardiendo tanto en Puerto Príncipe como en otras localidades como St. Marc y Gonaïves.

Las protestas son cada vez más violentas en diferentes partes del país, donde se suceden los saqueos a organismos públicos, empresas privadas e, incluso, organizaciones humanitarias e instituciones internacionales.

EFE

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