El Alto Comisionado para la Paz de Colombia, Danilo Rueda, se reunió en el sur del país con delegados del frente más poderoso de las disidencias de las FARC para explorar una eventual negociación, según un comunicado divulgado este sábado.
“En el departamento de Caquetá (…) hemos sostenido una reunión de exploración y acercamiento para valorar la posibilidad de iniciar diálogos en el marco de la paz total”, se lee en el texto, que no tiene fecha.
Rueda y cuatro delegados de la insurgencia, identificados como Calarcá Córdoba, Alonso 45, Ermes Tovar y Erika Castro, suscriben el mensaje, divulgado por la prensa colombiana junto a una fotografía del comisionado y cuatro uniformados sentados en un establo.
El representante de la ONU Raúl Rosende y el diplomático noruego Dag Nagoda también figuran en calidad de “observadores internacionales” y aparecen en la imagen.
Según el portal Cambio, la reunión sucedió el mismo sábado y los rebeldes pertenecen a una facción de las FARC -Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- que se marginó del pacto de paz de 2016 conocida como Frente Primero o Bloque Suroriental.
“Las dos partes expresamos la disposición y necesidad de que estos diálogos estén ambientados por un cese al fuego bilateral, cuya ejecución deberá ser verificada”, señalaron gobierno y rebeldes.
Además acordaron “un protocolo confidencial para garantizar una reunión” de los mandos guerrilleros.
En agosto la izquierda llegó al poder por primera vez en Colombia encabezada por Gustavo Petro, quien plantea una política de “paz total” para acabar el conflicto interno de casi seis décadas.
Rueda había anunciado en la semana que el ex número dos de las antiguas FARC, Iván Márquez, líder de otra facción disidente conocida como “Segunda Marquetalia”, está interesado en participar de los nuevos diálogos.
La propuesta contempla un cese al fuego “multilateral” con los distintos grupos que se apartaron del pacto que reintegró a la vida civil a unos 7.000 combatientes de las FARC.
Las facciones disidentes hoy están enfrentadas entre sí por el control de las rutas del narcotráfico, según estudios independientes.
Otras organizaciones como la guerrilla del ELN y el Clan del Golfo, un poderoso brazo del narco, han atendido el llamado del Petro, sin llegar de momento a un acuerdo para frenar la escalada violenta que vive Colombia.
AFP