Los reyes de España se desplazan este domingo a Londres para asistir el lunes al funeral de Estado de la reina Isabel II, fallecida el pasado día 8 a los 96 años tras siete décadas en el trono del Reino Unido.
Felipe VI y su esposa, la reina Letizia, viajan en un vuelo de la Fuerza Aérea Española, acompañados por la reina Sofía, madre del monarca, y por el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
Tras aterrizar, los reyes se dirigirán a Westminster Hall, el edificio más antiguo de la sede del Parlamento británico, donde se ha instalado la capilla ardiente de la soberana. Después acudirán a la recepción por el rey Carlos III en el palacio de Buckingham, a la que asistirán buena parte de los líderes mundiales que participarán en las exequias.
En esa recepción vespertina está previsto que el jefe de Estado español coincida con su padre, el rey emérito Juan Carlos I, quien se habrá desplazado a Londres desde Abu Dabi, donde reside desde 2020, tras hacerse públicas una serie de irregularidades financieras que finalmente fueron archivadas por la Justicia.
Desde entonces no existen imágenes de padre e hijo juntos, aunque sí se vieron en mayo de este año en el palacio de la Zarzuela, residencia ofical del monarca, en un encuentro privado después de que Juan Carlos I regresara unos días a España.
La ubicación tanto en Buckingham como en Westminster del jefe del Estado y del rey emérito dependerá de lo que decidan las autoridades británicas, por lo que aún no ha trascendido si se les verá juntos.
Por la noche, los reyes Felipe y Letizia se alojarán en la residencia del embajador de España en Londres, mientras que los reyes eméritos lo harán en un hotel.
La Casa del Rey señaló que la presencia de Juan Carlos I se produce “atendiendo a las invitaciones recibidas en su condición de exjefe de Estado”.
La visita del rey emérito al Reino Unido para el funeral de la reina Isabel II coincidirá con la demanda en curso por presunto acoso, interpuesta por su antigua amante Corinna Zu Sayn-Wittgengstein ante un tribunal de Londres, ciudad donde reside.
Más de quinientos jefes de Estado y dignatarios de todo el mundo asistirán al primer funeral de Estado que se oficia en Reino Unido en el siglo XXI.
Londres no ha vivido ceremonias similares desde las muertes de Jorge VI, padre de Isabel II, en 1952, y del primer ministro Winston Churchill en 1965.
Las exequias por Isabel II suponen el mayor evento con mandatarios extranjeros que ha coordinado el Ministerio de Exteriores británico en tiempos modernos y con este motivo está desplegado un dispositivo de seguridad comparable al de los Juegos Olímpicos londinenses de hace diez años.
EFE