La reina Isabel II ya descansa en el castillo de Windsor junto al príncipe Felipe después de los 11 intensos días transcurridos desde su fallecimiento el pasado 8 de agosto.
Por larazon.es
La jornada de ayer fue muy emotiva, con un funeral de Estado al que asistieron más de 2.000 personas y el posterior traslado por las calles de Londres hasta el vehículo que se encargaría de llevarla hasta Windsor. Ese recorrido fue uno de los momentos más solemnes de la jornada, con el ataúd subido en un carro, tirado con cuerdas por 98 marineros y con un contenido Carlos III y demás miembros de la familia Real acompañando al féretro durante todo el recorrido.
Pero el aspecto que más llamó la atención fue que el féretro no fuera llevado en un vehículo tirado por caballos. Lo cierto es que históricamente se había hecho de esa manera, pero un incidente durante la procesión fúnebre de la reina Victoria hizo que se cambiara este aspecto para evitar tragedias.
As for her father King George VI, grandfather King George V, great-grandfather King Edward VII and great-great-grandmother Queen Victoria, Her Majesty The Queen’s coffin was borne in a Procession to Westminster Abbey on the State Gun Carriage. pic.twitter.com/2Vl58ITLGp
— The Royal Family (@RoyalFamily) September 19, 2022
Ese día, en 1901, el ataúd de la Reina fue transportado a través de Parliament Square en un carruaje de 123 años de antigüedad y con un peso de 2,5 toneladas, tirado por caballos. Pero en el gélido frío de ese día de febrero y la multitud que les esperaba en la capilla de San Jorge hicieron que los caballos entraran en pánico y se desbocaron -algunos de ellos rompieron sus rastros-, poniendo en peligro la estabilidad del vehículo que, por momentos pareció que podía volcar y tirar el ataúd al suelo.