Unas 230 ballenas quedaron varadas en una remota playa de la bahía de Macquarie, en el oeste de la isla australiana de Tasmania, de las cuales se cree que han muerto la mitad de ellas, informaron este miércoles las autoridades.
Este masivo varamiento se produce exactamente dos años después de que unas 470 ballenas piloto, también conocidas como calderones, se quedaran varadas en este mismo lugar, de las cuales solo un centenar pudieron ser rescatadas y llevadas a altamar.
Un equipo del departamento de Recursos Naturales y Ambiente de Tasmania (sur del país) viaja a la zona para proceder a los trabajos de rescate de los ejemplares varados en una superficie arenosa de la playa Ocean, en el que colaborará junto a otras autoridades.
En imágenes facilitadas por el departamento se aprecia una larga fila de las ballenas -que las autoridades creen que son ballenas piloto- atrapadas sobre la superficie a lo largo de decenas de metros de playa, apuntaron en un comunicado enviado a Efe.
“La respuesta a los varamientos en esta zona es compleja”, precisa el comunicado en referencia al difícil acceso a esta zona salvaje de la isla.
El incidente en la bahía de Macquarie se produce un día después de la muerte de 14 cachalotes tras quedar varados en una playa de la sureña isla King, también en la región de Tasmania.
Estos y otros mamíferos marinos quedan varados con frecuencia en las costas del sur de Australia y de Nueva Zelanda, sin que los expertos hayan logrado esclarecer los motivos, aunque los suelen atribuir a enfermedades, errores de navegación, cambios repentinos en las mareas, la persecución de depredadores o a condiciones meteorológicas extremas.
EFE