Creador de un singular universo poblado de criaturas excéntricas y seres inadaptados, Tim Burton visitará Madrid la última semana de septiembre para inaugurar la exposición Tim Burton: el laberinto, una experiencia “inmersiva” creada a partir de más de 200 bocetos de sus personajes, escenografías y vestuarios.
“Quizá haya quien se sienta más próximo a John Wayne pero yo me identifico de forma más natural con los monstruos, siempre he sentido esa conexión emocional y psicológica”, ha dicho el cineasta californiano en una entrevista a través de videoconferencia desde su domicilio en Londres.
La exposición, supervisada personalmente por Burton, se presenta como “un viaje físico y sensorial” a través de su obra, desde la década de los 80 a la actualidad, que incluye títulos como Beetlejuice, Batman, El joven manos de tijeras, Pesadilla antes de Navidad, La Novia Cadáver o Charlie y la Fábrica de Chocolate.
—Londres estuvo en el centro de todas las miradas por el fallecimiento y la capilla ardiente de la reina Isabel II. ¿Cómo lo vivió?
—La conocí personalmente, tuve ocasión de reunirme con ella un par de veces y me parecía una mujer increíble. Supe que hubo colas de 30 horas para despedirla, fue alucinante, lo vi un poco surrealista, como un cuento de hadas que estaba sucediendo en la vida real.
—Viene a Madrid a inaugurar una exposición y el ayuntamiento ha propuesto otorgarle el título honorario de embajador de la ciudad. ¿Cuál es su relación con la capital de España?
—Es una ciudad que he visitado en varias ocasiones a lo largo de los años, principalmente viajes de promoción de mis películas. Suelo viajar por todo el mundo y Madrid es una ciudad con la que siento una conexión especial, por su energía y su espíritu artístico.
—La idea de la exposición Tim Burton, el laberinto, que se inaugura el jueves 29 de septiembre, partió de una empresa española, Letsgo, ¿qué le sedujo de su propuesta?
—No es una retrospectiva clásica, es algo diferente que me transporta a lo que sentía cuando hacía aquellos dibujos y no sabía si iban a acabar siendo una película, un dibujo animado o una escultura. Más que una exposición al uso es una especie de extraña feria.
—Empezó como dibujante en Disney, un lugar extraño para un creador como usted.
—Digamos que no encajaba muy bien en Disney… Estudié en el Instituto de Artes de California, que era una escuela fundada por Disney. Hice el programa de animación, donde trataban de enseñarte a dibujar a la manera Disney. Fue duro al principio, pero después tuve la oportunidad de estar dibujando para ellos de forma libre, fue un periodo increíble.
—¿Qué significa para usted la creatividad, la expresión artística?
—Cuando empecé, dibujar era algo que me nutría y me ayudaba psicológicamente… Creo que todo el mundo tiene capacidad de ser creativo, pero la sociedad o nuestras propias mentes nos frenan. Recuerdo, cuando empezaba, sentirme muy frustrado porque me decían que tenía que dibujar de una manera determinada. Eso me bloqueaba, sentía que no era capaz de hacerlo, que no era bueno, hasta que en un momento decidí que no me importaba, me gustaba dibujar e iba a hacerlo a mi manera, fue muy liberador.
—¿Recuerda el impacto que supuso para usted la experiencia de ver una película por primera vez?
—Para mí el cine era un lugar donde ver cosas raras que yo sentía que tenían relación con mi propia vida. Me gustaban los cuentos de hadas, las películas de monstruos, todas las de Universal, las de horror, las de monstruos japoneses.
—Usted hace que el espectador ame a los monstruos, que no les tema.
—Los monstruos suelen percibirse como algo maligno, pero no lo son, simplemente son diferentes, tienen una apariencia extraña que da miedo, pero normalmente no son malos.
—¿Por qué se identifica con ellos?
—Me parece algo habitual sentirse diferente, quizá haya quien se sienta más próximo a John Wayne pero yo me identifico de forma más natural con los monstruos, siempre he sentido esa conexión emocional y psicológica.
—Lleva varias décadas haciendo películas ¿Cómo ve el futuro de la industria?
—Hace un par de años estaba muy preocupado, parecía que las plataformas lo dominaban todo, pero ahora, después de la pandemia, creo que la gente quiere volver al cine, que ha habido un cambio y que las cosas van en más de una dirección.
—Acaba de debutar en la televisión dirigiendo para Netflix la serie Wednesday sobre el personaje homónimo de la familia Adams. ¿Por qué ahora?
—Me gusta el personaje, me interpela, siento que le entiendo, es un personaje que transmite un tipo de mentalidad fuerte, simple y clara.
EFE