La pandemia dejó cientos de emprendimientos, debido a la paralización casi absoluta de la economía en Venezuela, por lo que es necesario conocer qué ocurre con estos negocios en la actualidad y cómo influyen en el desarrollo del país.
lapatilla.com | Katerín García
Para ello consultamos con un economista quien nos explicó puntos importantes como, influencia en relación con los cambios entre 2020 y 2022; si los emprendimientos son realmente favorables a la economía nacional, si esto es considerado parte del trabajo informal y que tanto daño hace al país; si dicho método, continúa siendo una vía de escape a la inflación y deterioro del bolsillo del venezolano; las probabilidades de que los ciudadanos opten en mantenerse en sus “propios negocios” y abandonar las oficinas; si la nueva devaluación monetaria se traduce en más migración y finalmente si Venezuela podría retroceder a un temible, 2016.
En este sentido, Leonardo Soto, quien además es especialista en el área de gerencia, explicó, que el ideal de todo país es la diversificación a través de iniciativa empresarial, sostenible y sustentable. “Para lograr esto deben existir condiciones que le permitan al emprendedor empresarial emergente proyectar la consolidación de su iniciativa a lo largo del tiempo. Esto en Venezuela, sería favorable, bajo el punto de vista desde la generación del emprendimiento, pero, las condiciones legales y socioeconómicas actuales y todo lo que es la institucionalidad, no permiten un desarrollo pleno de este tipo de modelo de negocios, ya que necesitan capital, financiamiento, un margen jurídico adecuado a su funcionamiento, es decir, beneficios fiscales que permitan el funcionamiento y otra serie de elementos que en el país, no están disponibles y a pesar de que hay muchas iniciativas, las condiciones no son totalmente favorables para que crezcan y se desarrollen”.
Asimismo, el experto, indicó que los emprendimiento son favorables para cualquier economía. “El hecho de que existan iniciativas económicas con posibilidad de ser formales, es una muestra de que el ciudadano está buscando alternativas y está proyectando calidad de vida a partir del esfuerzo de su trabajo, de la inversión de capital, de tiempo, de conocimientos que a su vez generan otros beneficios para la economía, como lo son, bienes y servicios adecuados a la demanda actual, investigación y desarrollo, formación del talento humano, entre otros elementos. Toda economía que busque crecer y la posibilidad de tener en el corto plazo de 5 a 10 años diversidad, necesita del emprendimiento con posibilidad de crecer” señaló.
Con respecto a la relación de estas iniciativas a la economía informa, acotó “El hecho de que exista un porcentaje elevado, por encima del 50 por ciento, de informalidad en la economía, es en sí un problema muy grave. Los ciudadanos asumen esta opción como una alternativa, para, tal vez, evadir o esquivar elementos que son desfavorables a la posibilidad de que los emprendimientos empresariales emergentes se conviertan en empresas legalmente constituidas, como por ejemplo el hecho de que exista voracidad fiscal; inestabilidad institucional y poca confianza hacia las instituciones del Estado; inestabilidad política, jurídica, social, imposibilita los emprendimientos puedan proyectar una escalabilidad adecuada a la actividad que se está desarrollando. Es decir, el emprendedor ve la clandestinidad como alternativa, para poder generar la renta como una actividad económica, pero esto erosiona el poder del Estado para la recaudación de impuestos”.
“Nuestra economía posee muchos factores que la hacen vulnerable, entre ellos que nuestras reservas internacionales se encuentren por debajo de un monto que nos permita, con relación al circulante en bolívares, actualmente en la economía, estabilizar el tipo de cambio de una manera orgánica, a su vez, el hecho que sigue existiendo un campo abierto privilegiado a los productos importados desmejora la competitividad del empresariado local, desde el punto de vista productivo; Que nuestros ingresos en divisa siguen mermados, producto de la actividad petrolera reducida. Entonces nuestra economía en términos generales es frágil e inestable, puede variar con cualquier elemento mínimo, como por ejemplo, el gasto de bonificaciones, viéndose afectado principalmente los diferentes gremios, lo que genera emprendimientos”. Detalló Soto.
A pesar del panorama, el economista ve que no todas las personas, nacieron o les interesa el tema de emprender. “Siempre van a existir personas dispuestas a ocupar un cargo en una organización, empresa o institución pública y personas que van a querer sus puestos de trabajo, pese a las condiciones desgastadas o debilidad de la remuneración”, dijo. Sin embargo, señaló que estas personas que prefieren mantener su “estabilidad”, buscan alternativas en los propios puestos de trabajo, mencionando, por ejemplo, el llenado de encuestas, la venta de alientos por encargo o realizando actividades fuera de sus horarios laborales.
El groso de los venezolanos que han tomado por opción migrar de su país de origen, lo han hecho buscando una mejor calidad de vida, más oportunidades laborales y un futuro próspero para sus hijo. Sobre esto, Soto nos dijo “Nuestro país no ha dejado de experimentar conatos de migración, y lo vemos más hacia el occidente del país, con personas que en su planificación inmediata tienen previsto salir. Sin embargo, las condiciones son muy diferentes a las de años atrás, hay muchas restricciones. El decir que volveremos a ver un éxodo es poco probable, pero si es seguro que los venezolano que tengan las posibilidades económicas de hacerlo, van a buscar la vía para salir persiguiendo la calidad de vida que no tiene en el territorio nacional. Pero, el hecho de que aún exista una dolarización parcial de la economía, permite esa válvula de oxigenación que no tuvo el país hasta el 2018, cuando entramos en este proceso. Hoy esa condición de cambio no está, salimos de un control de cambio total, a un control de cambio parcial y se mantiene esa flexibilidad relativa en la definición de la estructura cambiaria, que ha permitido, que algunas personas encuentren actividades que les generen ingresos residuales y poderse mantenerse en el país, mas si es un hecho que muchos venezolanos si tienen en su planificación irse”.
Tras la última devaluación de la moneda y el aumento de la inflación reciente en el país, muchos se pregunta si es posible, rememorar, ese año que marcó la vida del venezolano debido a la crisis, el 2016. A esto, el economista, respondió. “En este momento es muy difícil decir que pudiésemos llegar a esa situación, muchos de los factores que incidieron a que aquella crisis se hiciera tan agua, ya no existe, muchas de esas condiciones restrictivas confiscatorias, ya no existen y ese escenario genera que podamos tener vías de acción diferentes a las que tuvimos en los años 2016,2017,2018, por lo tanto, llegar a ese punto es técnicamente no posible, sin embargo, todo queda sobre la mesa, puesto que nuestra encomia es muy cambiante” aseguró.