El presidente del Parlamento iraquí, Mohamed al Halbusi, anunció hoy su renuncia al cargo por la parálisis política que atraviesa el país, mientras que el Legislativo celebrará el miércoles su primera sesión en dos meses tras los disturbios y la toma de las instituciones estatales.
En su intervención en el Foro para el Diálogo de Al Rafidain, celebrado en Bagdad, Al Halbusi anunció que tomó la decisión de renunciar al cargo, que será votada el miércoles en el primer pleno convocado desde que el 30 de julio partidarios del clérigo chií Muqtada al Sadr asaltaran el Legislativo.
El actual presidente de la Cámara baja justificó que tomó su decisión después de que los diputados del Bloque Sadrista, el partido con más escaños en el Hemiciclo, retirara a sus 73 diputados por el bloqueo a sus propuestas para nombrar a un nuevo presidente y formar un Gobierno, proceso que lleva estancado 11 meses.
Tras la renuncia del Bloque Sadrista, la coalición chií próxima a Irán Marco de Coordinación obtuvo los 73 escaños vacantes e intentó nombrar a un candidato, algo que desató la ira de los partidarios de Al Sadr, que tomaron el Parlamento y acamparon a sus puertas durante un mes para impedir la celebración de un pleno.
“Los rápidos acontecimientos que atravesó el país no fueron fáciles para nadie, los incidentes fueron dolorosos y desafortunados y había que tratar con estos incidentes”, dijo Al Halbusi, que es también uno de los principales aliados políticos de Al Sadr.
Irak estuvo al borde de una guerra civil a finales de agosto, cuando se produjeron choques armados en Bagdad entre los sadristas, el Ejército y la agrupación de milicias progubernamental Multitud Popular, cuyo brazo político está representado en el Marco de Coordinación.
Esos enfrentamientos se saldaron con al menos 35 muertos y cesaron tras el anuncio de la retirada de la política de Al Sadr.
La sesión del Parlamento del miércoles será la primera desde el 30 de julio, cuando el propio Halbusi suspendió la actividad de la Cámara y, según la agenda publicada, se votará la renuncia de su presidente.
Según el sistema sectario establecido en Irak tras la caída del dictador Sadam Husein (1979-2003), el presidente del Parlamento debe ser un musulmán suní, el primer ministro un chií y el jefe de Estado un kurdo.
EFE