Cambios en el semen: estas son las señales que alertan sobre un problema de salud

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Aunque en cuestiones de sexo siempre se ha asegurado que son las mujeres quienes más reparos tienen a la hora de hablar de ello, los temas de salud sexual también son un tema tabú para los hombres. Tal y como señalan los expertos, son muchos los que tienen inconvenientes a la hora de hablar de sus preocupaciones sexuales y prefieren rehuir de ciertos problemas relacionados con su salud sexual como la eyaculación precoz, el tamaño del pene o el aspecto de su semen. Eso sí, eso no significa que dichos asuntos y otros no existan.

Por vozpopuli.com





Es a partir de los 40 años cuando los entendidos fijan la edad tras la que muchos hombres comienzan a acusar mayores problemas relacionados con la salud sexual. Problemas generalmente relacionados con la fertilidad, que con la edad también desciende, o con cambios en las erecciones (no perduran tanto como antes), o incluso con la falta de libido.

Es entonces cuando la mayoría de los hombres, hasta la fecha despreocupados de los problemas relacionados con su salud sexual, comienzan a prestar más atención. Aunque siempre es necesario un control y revisión por parte de un especialista, también se recomienda estar atento a los avisos que envía nuestro cuerpo sobre posibles dolencias o alteraciones.

Así alerta el semen de un posible problema de salud

Aunque a muchos cueste creerlo, el semen es un elemento al que hay que prestar atención, ya que las alteraciones en su color, consistencia, cantidad o incluso su olor pueden alertar de que algo en otras partes de nuestro cuerpo como la vejiga, la uretra, la próstata o la vesícula seminal no anda bien.

Tal y como señalan los expertos, el semen no siempre es igual y varía de una persona a otra. Aunque lo habitual es que sea de un color blanquecino, de textura viscosa y un olor que recuerda al cloro, y según la Organización Mundial de la Salud con una concentración superior a los 15 millones de espermatozoides por cada mililitro en cada eyaculación, hay que ponerse en alerta ante algunos cambios.

Cambios en el color del semen

Tal y como comentábamos, el color normal del semen es blanquecino, incluso tirando a un tono grisáceo. Pero en ocasiones puede ser diferente, lo que no siempre indica que exista un problema grave, pero es importante prestar atención.

– Si el color del semen tiende a amarillear, por lo general, no es preocupante. Puede ser consecuencia de la presencia de restos de orina, o a que ha pasado mucho tiempo desde la última eyaculación. También puede deberse a la dieta y al consumo de algunos alimentos, por ejemplo los ricos en sulfuros. Sin embargo, si no es un episodio puntual y se extiende en el tiempo, puede estar relacionado con infecciones, tanto del tracto urinario como de la zona genital.

– Si el color del semen es rojizo, implica la presencia de sangre en el esperma. Si se trata de un episodio aislado, no hay que alarmarse. Sin embargo, si persiste, es necesario realizar algunas pruebas para descartar problemas o una infección bacteriana.

– Si el color del semen es verdoso, puede deberse a la presencia de bacterias y hongos, pero también a una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS).

Cambios en la cantidad del semen

Aunque los expertos aseguran que es importante no ‘obsesionarse’ con la cantidad de semen de cada eyaculación, ya que esto depende de muchos factores, es importante detectar cuándo hay una disminución significativa de la cantidad.

Según la Organización Mundial de la Salud, el valor normal del volumen se encuentra entre los 1,5 y los 6 mililitros de esperma. Algo que depende de la persona, y las circunstancias.

Si repentinamente se comienza a notar que la cantidad de semen se reduce de manera notable durante un tiempo prolongado, es recomendable consultar a un especialista.

Cambios en la consistencia del semen

Al igual que la cantidad, la consistencia del semen también varía dependiendo de la persona y las circunstancias. La dieta o la asiduidad de las eyaculaciones juegan un papel importante, pero un cambio en su aspecto, por ejemplo más transparente y acuoso, puede denotar desde un bajo recuento espermático a una infección bacteriana.

Cambios en el olor del semen

Aunque no todo el mundo es capaz de percibir cambios en el olor de su semen, hay numerosos alimentos que lo pueden alterar. Alimentos como la piña o el tomate pueden modificar su olor (e incluso su sabor), tornándolo más dulce. Sin embargo, hay que prestar atención si este se vuelve más ácido y fuerte, algo que podría significar la presencia de algún tipo e infección bacteriana.