El Kremlin llamó hoy a iniciar una investigación internacional urgente de las fugas detectadas en los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2 en el mar Báltico, una situación que calificó de “extremadamente peligrosa”.
“Se trata de una situación extremadamente peligrosa que demanda una investigación urgente. Todo dependerá de la situación. Naturalmente será necesaria la interacción de varios países”, afirmó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
El representante del Kremlin evitó definir categóricamente como un “atentado terrorista” la rotura de los gasoductos.
“Es un incidente. De momento no podemos dar una definición más precisa. Pero la magnitud de las destrucciones muestran que en realidad hubo algún tipo de acción. Naturalmente es difícil imaginar que un atentado terrorista como este pudiera llevarse a cabo sin la implicación de algún Estado”, señaló.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de una investigación conjunta de Rusia y EEUU, señaló que “es imposible responder a esta pregunta, porque no existe ningún tipo de contactos sustantivos y de cooperación en materia de seguridad entre nosotros”.
“Sin embargo, el carácter sin precedentes de este suceso, que por lo visto fue una especie de atentado terrorista, posiblemente a nivel estatal, demanda naturalmente de una cooperación activa y enérgica”, añadió.
Al igual que la víspera, Peskov restó pulso a las acusaciones de medios de prensa occidentales que acusaron a Moscú de estar detrás el incidente, al señalar que en la región fueron detectados aviones y buques rusos.
“Esto sucedió en el mar del Báltico. Allí hay muchos más aviones y buques pertenecientes a la OTAN” que a Rusia, aseveró, al calificar de “totalmente tontas” las noticias sobre la presencia militar rusa en la región.
La Guardia Costera de Suecia detectó una segunda fuga de gas en el gasoducto ruso Nord Stream 2 que se sumó a las tres detectadas en las dos tuberías entre el domingo y el lunes, que las autoridades de Dinamarca y Suecia investigan como sabotaje.
La cuarta fuga, de menor tamaño, se encuentra en la zona exclusiva económica sueca.
Esta situación distancia más la posibilidad de una reparación de los gasoductos. El portavoz del Kremlin evitó comentar la posibilidad de una futura puesta en marcha de la instalación, al señalar que “es un asunto técnico, no podemos responder a ello”.
El primer Nord Stream, con una capacidad de bombeo de 55.000 millones de metros cúbicos de gas al año, estaba detenido tras alegar Rusia una fuga de aceite en la única estación compresora rusa que aún estaba en funcionamiento.
El Nord Stream 2 nunca llegó a operar debido al bloqueo por parte de Alemania de la infraestructura antes incluso del inicio en febrero de la invasión rusa de Ucrania.
EFE