El brote mundial de viruela del mono, una enfermedad zoonótica identificada clínicamente hace más de 50 años, ha puesto de nuevo en guardia a toda la comunidad científica luego de que la pandemia del Covid-19 causara estragos en cada rincón, incluso en Venezuela.
lapatilla.com
Como nos explicó el Dr. David Forero-Peña, médico internista, infectólogo y profesor de Salud Pública en la UCV, la viruela del mono cuenta con particularidades muy distintas a las del coronavirus, lo que nos invita a no entrar en pánico ni forzar una alarma sanitaria innecesaria.
Por fortuna, el Dr. Forero-Peña también dejó claras las recomendaciones para que tanto la población en general como el Estado venezolano puedan sortear un brote generalizado y la falta de vacunas de efectividad contrastada. La educación, como siempre, en una herramienta imprescindible para lograrlo.
P: ¿Qué tan peligrosa es la viruela del mono? ¿Debemos alarmarnos con su llegada al país?
R: La viruela del mono tiene una mortalidad baja, una mortalidad inferior al 1%.
La tasa de hospitalización por esta infección oscila entre el 2 y el 5% y básicamente es para el dolor, el manejo de las lesiones y los síntomas en general causados por la viruela del mono. Por lo tanto, no es una enfermedad muy peligrosa.
Sin embargo, sí se han descrito complicaciones, se han descrito pacientes que han fallecido y que en este momento se está estudiando la causa real de su muerte.
Una de las causas ha sido encefalitis viral secundaria. Nos falta un poco más para comprender pero, en principio, la viruela del mono no es una enfermedad con una alta mortalidad.
Mas que alarmarnos, deberíamos organizarnos y activarnos para instalar todo un sistema para poder hacer una detección adecuada y diseñar un protocolo que nos permita poner en cuarentena a los pacientes para evitar contagios.
Por otro lado, es importante que en el caso particular de Venezuela, más allá de una alarma, empiece haber una mayor educación a las personas para que comprendan cuales son los síntomas, sepan identificarlos y sepan que ante la presencia de lesiones se puede transmitir.
No pienso que tenemos que alarmarnos pero sí intensificar la educación para que la población esté preparada.
P: ¿En qué se diferencia esta enfermedad de otro tipo de viruelas?
R: En relación a la diferencia del mono y la del humano, primero hay que aclarar que son dos virus diferentes, a pesar de que pertenecen al mismo género de virus, que es el orthopoxvirus, no son iguales y tienen diferencias en el aspecto clínico también, en cuanto al tratamiento y la prevención con vacunas.
En el aspecto clínico, la viruela tiene una mayor posibilidad de causar adenopatías (inflamación de los ganglios linfáticos en respuesta a una infección). Más de la mitad de los pacientes con viruela del mono tienen adenopatías, una diferencia respecto a la viruela humana, que ya es una enfermedad erradicada desde hace 40 años en el mundo.
Otra diferencia es la mortalidad, que era mayor en la viruela humana. Además, había vacunas específicas para la viruela humana, pero para la viruela del mono todavía no tenemos vacunas específicas. Se ha hablado de que hay una protección cruzada a partir de las vacunas de la viruela humana.
La viruela del mono se describe apenas en 1958 y el primer caso humano se identifica en 1970. Con la viruela humana la transmisión era persona a persona, pero con la viruela del mono se puede dar también de animales a humanos y viceversa, a través del contacto directo o consumo de carne de animales infectados.
P: ¿Cuáles son los síntomas más evidentes y qué debemos hacer ante la sospecha de contagio?
R: Los síntomas inicialmente se pueden confundir con cualquier otra virosis: dolor de cabeza, malestar general, mucosidad, congestión nasal, tos, dolor de garganta. Se va a marcar la presencia de ganglios linfáticos, uno de los síntomas principales. Y, después de que se manifiesta la fiebre, aparece el ras cutáneo que regularmente son ampollas llenas de líquido que luego se transforman en ampollas llenas de pus, y finalmente en costra.
Estas lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pueden aparecer en la cara, el dorso, las extremidades y también se ha descrito que hay bastantes lesiones en la región genital porque hay una importante transmisión por esta vía durante las relaciones sexuales.
Ante la sospecha debemos consultar al médico y aislarnos inmediatamente para evitar el contacto directo con otras personas.
P: ¿Cuál método de diagnóstico usan los especialistas para comprobar si un paciente se ha contagiado?
R: Principalmente el diagnóstico lo hacemos dentro de las clínicas cuando tenemos una alta sospecha por las características de las lesiones, eso lo usamos mucho para definir a un caso probable.
Ahora bien, para confirmarlo, tomamos una muestra de las lesiones y le hacemos diferentes métodos de diagnóstico. Uno de ellos es el PCR, también la microscopía electrónica y finalmente uno de cultivo.
P: ¿Existe algún tratamiento recomendado una vez contagiados?
R: Es muy importante que quede claro, no existe ningún tratamiento específico para la viruela del mono. Lo que hay que hacer cuando el paciente tiene la sospecha es consultar al médico y adoptar un aislamiento preventivo.
A veces se toman medicamentos que no tienen ningún tipo de sentido… además, existen algunos antivirales que se usaron en algún momento para la viruela humana, como el Tecovirimat, pero no hay estudios que soporten su eficacia en estos casos.
Las personas tienen que saber que esta es una enfermedad que en un lapso de tres o cuatro semanas se autolimita sin ningún tratamiento específico.
P: ¿Hay condiciones particulares que puedan aumentar el riesgo de muerte por viruela del mono?
R: Las condiciones particulares que pudieran generar riesgo de muerte son pocas.
A mayor edad, los pacientes también tienen mayor posibilidad de manifestar complicaciones asociadas a este proceso infeccioso. Pero también hay otras asociaciones como tener enfermedades de base.
Los casos en los que se ha reportado el fallecimiento han sido en pacientes que portaban el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y que no tenían un tratamiento sostenido.
P: ¿Puede catalogarse a la viruela del mono como una enfermedad de transmisión sexual?
R: La viruela del mono por ahora no puede catalogarse como una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS), de hecho, eso se está analizando.
Sin embargo, hay que entender que lo que ocurre con las relaciones es que hay un contacto estrecho, directo y prolongado que involucra el intercambio de secreciones y ahí es donde se da el contagio. La viruela símica está asociada al contacto sexual pero no es una ETS, propiamente dicha.
P: ¿Qué medidas debemos tomar para evitar su propagación?
R: Para evitar la propagación una de las estrategias más importantes es la educación, la educación para que las personas reconozcan las lesiones y puedan actuar a tiempo.
Tiene que ser una educación para la población en general pero también enfocada en los grupos de riesgo para el desarrollo de la enfermedad, como es el personal de salud que está en contacto constante con pacientes afectados por lesiones en la piel, así como los hombres que tienen sexo con otros hombres y un número elevado de parejas sexuales. Incluso, hombres heterosexuales que tienen múltiples parejas también son una población de riesgo, porque se trata de una mayor exposición a personas potencialmente infectadas.
P: ¿Qué medidas debe tomar el Estado venezolano para controlar la cadena de contagios?
R: Hacer una adecuada vigilancia epidemiológica, mantener un fortalecimiento en las pruebas diagnósticas, un aspecto fundamental, poder hacer el diagnóstico no solo en Caracas sino todo el país.
También deben fortalecen la protección de los lugares donde se reciben las muestras de los pacientes sospechosos porque en algún punto podemos empezar a ver un aumento de los casos y debemos estar preparados.
Se deben aumentar un poco las campañas educativas. No hay mejor manera de prevenir los riesgos y de estar preparados para poder cortar esas cadenas de trasmisión que saber reconocer los síntomas y tener claro que es necesario un aislamiento.
La vacunación es otro tema importante cuando hablamos del control epidemiológico. Es vital aclarar que no existe una vacuna específica para la viruela del mono. Se ha probado una vacuna que era efectiva, la vacuna JYNNEOS, pero para este brote todavía no conocemos su eficacia real. No hay una indicación específica de colocar la vacuna a toda persona expuesta o con la enfermedad, sin embargo en EEUU se está haciendo y precisamente está mostrando resultados sobre su efectividad. La mala noticia es que no hay disponibilidad de esta vacuna en todo el mundo, solamente en algunos países y de manera limitada.
P: ¿Hay disponibilidad de vacunas en Venezuela?
R: La vacuna de la viruela humana desaparece hace más de 40 años cuando hubo una erradicación de la viruela humana y después de allí se dejó de vacunar a las personas.
Todavía no estamos claros si la vacunación realmente previene la infección actual porque son vacunas de hace mucho tiempo y a la que no tiene acceso toda la población.
Hay aprobación en diferentes países de la vacuna JYNNEOS (fabricada por Bavarian Nordic, con sede en Dinamarca) para el paciente que está comenzando la infección o que tuvo contacto con un paciente confirmado o sospechoso pero no está ampliamente difundida a nivel mundial.
Aquí en Venezuela no hay suficiente disponibilidad de vacunas y también tenemos que seguir esperando los resultados de los estudios recientes para determinar si son realmente eficaces.
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