La Unión Europea dijo el martes que estaba estudiando imponer nuevas sanciones a Irán por la represión de las protestas provocadas por el “asesinato” de Mahsa Amini, tras un anuncio similar de Estados Unidos.
Amini, de 22 años, fue declarada muerta el 16 de septiembre, días después de que la policía de la moral detuviera a esta joven kurda iraní por infringir supuestamente las estrictas normas de vestimenta que se aplican a las mujeres.
La ira por su muerte ha desencadenado la mayor ola de protestas en Irán en casi tres años y una represión que ha provocado la muerte de decenas de manifestantes, así como la detención de cientos de personas.
Al menos 92 manifestantes han muerto hasta ahora en las manifestaciones, según el grupo Iran Human Rights, con sede en Noruega, que está evaluando el número de muertos a pesar de los cortes de internet y los bloqueos de WhatsApp, Instagram y otros servicios en línea.
Amnistía Internacional dijo haber confirmado 53 muertes, después de que la agencia de noticias semioficial iraní Fars dijera la semana pasada que habían muerto “alrededor de 60” personas.
El jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, dijo que el bloque estaba considerando “todas las opciones a nuestra disposición, incluyendo medidas restrictivas para hacer frente al asesinato de Mahsa Amini y la forma en la que las fuerzas de seguridad iraníes han respondido a las manifestaciones”.
Poco antes el presidente Joe Biden dijo que Estados Unidos impondría “costes adicionales” esta semana a “los autores de actos violentos contra manifestantes pacíficos” en Irán.
Las oenegés expresaron su profunda preocupación por el uso por parte de la policía antidisturbios iraní de gases lacrimógenos y pistolas de pintura contra cientos de estudiantes en la Universidad Tecnológica Sharif, en Teherán, el domingo por la noche.
Las imágenes mostraban cómo se llevaban a los detenidos con capuchas de tela sobre la cabeza.
Las protestas también se extendieron a las escuelas, y la oenegé kurda Hengaw mostró a colegialas manifestándose en dos ciudades de la provincia del Kurdistán, donde nació Amini.
– “Hipocresía” –
Irán acusó el martes al líder estadounidense de “hipocresía” al invocar los derechos humanos para imponer nuevas medidas punitivas.
“Hubiera sido mejor que Joe Biden pensara un poco en el historial de derechos humanos de su país antes de hablar de la situación humanitaria [en Irán], aunque la hipocresía no requiere una reflexión profunda”, dijo en Instagram el portavoz del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Naser Kanani.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, había acusado el lunes a Estados Unidos e Israel de fomentar las protestas.
Los disturbios “han sido urdidos por Estados Unidos y el falso régimen sionista de ocupación”, dijo Jamenei.
Los disturbios han eclipsado los esfuerzos diplomáticos para reactivar el acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y las principales potencias, que habían estado a punto de llegar a un acuerdo en los últimos meses antes de estancarse de nuevo.
Pero la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, subrayó que los “problemas con el comportamiento de Irán” son independientes de los esfuerzos por revivir el acuerdo nuclear.
– Liberaciones –
En sus primeros comentarios públicos sobre la muerte de Amini, Jamenei, de 83 años, subrayó el lunes que la policía iraní debe enfrentarse “a los criminales”.
Sin embargo afirmó que no era normal que “algunas personas, sin pruebas ni investigación de por medio, conviertan las calles en un peligro, quemen el Corán, le quiten el velo a las mujeres que lo llevan e incendien mezquitas y coches”.
Este martes un funcionario dijo que el cantante Shervin Hajipour, detenido después de que se hiciera viral su canción “Baraye” (“Para”), con una letra extraída de las redes sociales sobre las razones por las que la gente protesta, había sido puesto en libertad bajo fianza.
Otras 400 personas detenidas en la represión fueron puestas en libertad el martes “con la condición de no repetir sus acciones”, dijo el fiscal de Teherán, Ali Salehi, citado por la agencia estatal de noticias Irna.
Por otro lado, en la provincia de Sistán-Baluchistán (sureste), una manifestación organizada el viernes a raíz de unas acusaciones contra un jefe de la policía, que habría violado a una adolescente, degeneraron en enfrentamientos.
Según un nuevo balance comunicado este martes por la oenegé IHR, al menos 63 personas murieron en la intervención de las fuerzas de seguridad para aplacar las protestas en Zahedán, capital provincial.
Las autoridades provinciales, por su parte, afirman que cinco miembros de las fuerzas iraníes murieron en los incidentes.
AFP