La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, anunció este miércoles que Bruselas está “preparada para debatir” sobre un tope al precio del gas que se usa para generar electricidad, con vistas a reducir los efectos de la escalada de precios en toda Europa.
“Tenemos que limitar este impacto inflacionario del gas en toda Europa. Por eso, estamos preparados para debatir un tope al precio del gas que se usa para generar electricidad. Este tope sería un primer paso en el camino hacia una reforma estructural del mercado de la electricidad”, dijo Von der Leyen ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo.
El anuncio de Von der Leyen llega después de que una mayoría de países de la Unión Europea, con Italia, Francia, España y Bélgica a la cabeza, redoblaran el pasado viernes la presión sobre la Comisión Europea para intervenir el mercado del gas pese a la oposición de Alemania.
La presidenta de la Comisión Europea subrayó que este límite al precio del gas “debe diseñarse correctamente para asegurar la seguridad del suministro” y que se trata de una medida temporal para responder al hecho de que el índice TTF Dutch de Ámsterdam de referencia en Europa ya no representa correctamente el mercado europeo, con más presencia de gas natural licuado (GLN).
Von der Leyen recordó que Bruselas ya había ofrecido esta opción en marzo para “mandar la señal de que la UE no pagará cualquier precio por el gas”, y apuntó a que ya entonces se evaluó que tendría “un impacto inmediato en los niveles de precios” y, en paralelo, “desventajas” en términos de seguridad del suministro.
“La situación ha evolucionado de manera crítica. Hoy, en comparación con marzo, más Estados miembros están abiertos a esto y estamos mejor preparados”, aseguró la alemana, que avanzó que también se trabajará junto a los Estados miembros para reducir la volatilidad y el impacto de la manipulación rusa de precios.
Ante los eurodiputados, que hoy aprobarán una resolución no vinculante sobre las medidas para hacer frente a la escalada de precios de la energía, Von der Leyen subrayó que la primera batería de medidas para proteger el suministro europeo -como disponer del almacenamiento europeo de gas al 90 % de capacidad- han permitido “pasar al siguiente nivel”.
Por ello, dijo, enviará una carta a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) de cara a la cumbre de mañana y pasado en Praga en la que recogerá, además de esta propuesta para limitar temporalmente el precio del gas, la intención de reforzar las negociaciones con socios de confianza -como Noruega- para rebajar los precios de este recurso.
Von der Leyen aseguró que la crisis actual requiere “medidas de emergencia excepcionales” y que la UE actúe “más unida que nunca” y “en solidaridad”.
“Necesitamos proteger los fundamentos de nuestra economía, y en particular nuestro mercado único. Esta es la fuerza de la UE, de donde procede su riqueza. Sin una solución europea común, nos arriesgamos a la fragmentación”, dijo Von der Leyen.
El comentario parece ser una referencia velada al macropaquete de 200.000 millones de euros en ayudas públicas aprobado por Berlín para abaratar la factura energética de los alemanes, que ha recibido ya críticas de algunas voces, tanto en las capitales como dentro de la Comisión Europea, por su potencial impacto sobre la competencia en detrimento de los países más pobres del bloque.
Por ello, dijo ser partidaria de aumentar la financiación disponible dentro del programa Repower EU -propuesto por Bruselas con el fin reducir la dependencia del gas, el petróleo y el carbón de Moscú y reforzar la soberanía energética del bloque- “para que todos los Estados miembros puedan acelerar las inversiones necesarias”.
“Modernizamos la infraestructura energética, preservamos la igualdad de condiciones, aseguramos nuestra competitividad en los mercados globales y lo hacemos a la europea, conjuntamente”, incidió Von der Leyen.
Los países de la UE aprobaron precisamente este martes 20.000 millones de euros adicionales en ayudas directas para el Repower EU, que se sumarán a los aproximadamente 220.000 millones que quedan disponibles en préstamos del fondo Next Generation para financiar este plan para desprenderse de la energía rusa.
EFE