Rescatistas que utilizaron drones y perros entrenados buscaban sobrevivientes el lunes luego de un deslizamiento de tierra masivo en el centro de Venezuela, mientras el número de muertos aumentaba a 36 y los residentes describían historias desgarradoras de cómo escaparon del agua y el lodo.
Por Matías Delacroix y Juan Pablo Arráez / AP
José Medina recordó cómo el agua que entraba a su casa en el pueblo de Las Tejerías el sábado por la noche había llegado al nivel de la cintura. Él y su familia estaban atrapados, se dio cuenta.
Entonces, el hombre de 63 años volteó su refrigerador, abrió la puerta y lo usó como un bote para su nieta. Mientras tanto, se aferró a la heladera con su esposa y la sujetó a una mesa para que las fuertes corrientes de agua no los empujaran río abajo.
Medina describió su supervivencia como un “milagro”. “Estoy feliz de que estemos vivos, pero también estoy triste”, dijo el trabajador de la construcción jubilado que perdió su casa y todas sus pertenencias.
Su difícil situación comenzó cuando las lluvias torrenciales provocadas por el huracán Julia desencadenaron deslizamientos de tierra e inundaciones que destruyeron varios barrios de montaña en Las Tejerías.
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