Cientos de casas en el centro de Florida permanecen sumergidas en el agua de extensas inundaciones, mientras St. Johns ––un río notoriamente lento en el lado este de la península–– drena poco a poco los niveles de lluvia histórica que el huracán Ian dejó hace casi dos semanas.
Por CNN
El río estará, durante al menos la próxima semana, en su nivel más alto en casi 60 años, según los pronósticos. Y el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) advirtió que el agua podría permanecer por encima del nivel de inundación hasta el Día de Acción de Gracias.
En el condado de Seminole, al noreste de Orlando, hay más de 400 viviendas “inaccesibles” por las inundaciones, según el gerente de planificación del condado, Steven Lerner. La ciudad de Geneva, que está ubicada en un recodo del río y entre dos lagos, sufre inundaciones extensas.
“Históricamente, esta área suele inundarse y muchos residentes aguantan hasta el final” en sus hogares, explicó Lerner a CNN en una entrevista telefónica. El funcionario no sabía con certeza cuántos habitantes ya habían abandonado el lugar por las inundaciones.
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