Se apersonan en los pueblos cuando no les queda más remedio que aparentar que son funcionarios “preocupados por el pueblo”. Eso fue lo que intentó hacer Maduro en Las Tejerías, cuando miles de familias ya estaban ahogadas entre barro y escombros. Rodeado de centenares de escoltas y militares arrogantes que pretendieron limitar el desempeño de los comunicadores sociales, llegando al absurdo de calificarlos de “estorbo”!La respuesta de la ciudadanía no se ha hecho esperar, aún en medio de tanto dolor, la gente afloró su dignidad y valentía para defender sus derechos, mientras reclaman que se consoliden las ayudas indispensables, sobre todo para socorrer a las personas que están en situación de damnificados, mientras que otras tantas acusan la pena de haber perdido existencia de seres queridos.
No hace falta, desparramar muchas pruebas para justificar esos calificativos que le dan nombre a este artículo. Los hechos confirman que este, es un elenco de burócratas indolentes que dejan morir a niños por no facilitar la realización de los transplantes de órganos vitales. Que someten a penurias a millones de jubilados y pensionados obligados a cerrar largas filas y prolongadas esperas para hacer efectivas unas míseras asignaciones monetarias. Las escuelas que se abrieron para que los alumnos retomaran su ciclo escolar, están en las peores condiciones! Parecen instalaciones bombardeadas sin estar en Ucrania. Es reflejo del abandono al que están expuestas las plantas físicas de liceos, tecnológicos, universidades, al igual que las dependencias de salud que corren esa mala suerte que describe a las escuelas de todo el país.
Pero son también entreguistas. Tal como lo hacen ver las oenegés Kapé Kapé y Fundaredes que se unieron para demandar “al Estado venezolano, a propósito de la celebración del Día de la Resistencia Indígena, defender los territorios en los que habitan estos grupos indígenas originarios y que aseguran, están tomados por la minería ilegal.”. Son muy eficientes para cambiarle los nombres a las autopistas y avenidas y asignárselo a nuestros caciques, pero malísimos para atender las necesidades de nuestras etnias.
Otra prueba del entreguismo de estos farsantes, la tenemos en la manera nada diligente como se atiende nuestro reclamo en el Esequibo. Desde los tiempos de Chavez, influido por su mentor Fidel Castro, ya Chavez lucía timorato a la hora de hacer valer nuestros derechos en esa franja, por ese mismo camino va Maduro. Los venezolanos no debemos permitir que entreguen lo que es nuestro. Por eso sumo mi palabra a los que se han dejado escuchar valientemente, denunciando esas poses indolentes y entreguistas!