La migración Venezolana se ha convertido en una de las mayores ocurridas en lo que va del siglo XXI, se estima que un poco más de 7 millones de venezolanos han emigrado a otros países, sus consecuencias se harán notar ante cualquier crecimiento económico que se logre en el corto plazo, ya que una parte importante de nuestra mano de obra calificada y profesional se han ido, estando por verse las consecuencias de su ausencia en los momentos que sean requeridos por el mercado laboral nacional.
Lo preocupante es la complejidad vivida por buena parte de esa emigración, observándose que no son bien tratados por algunos de los países a los cuáles esperan radicarse o se encuentran de tránsito a su destino final, muchos han sufrido agresiones y hasta asesinato, otros tienen que utilizar parte de los ahorros obtenidos con la venta de sus bienes en el país para pagar a los que los trasladan o les ofrecen protección. No ha sido una jornada fácil para nuestros paisanos el lograr un destino final, donde puedan radicarse sin limitaciones y obtener un empleo conveniente y estable. Es conocido que los salarios devengados están por debajo de los que reciben los nacionales de esos países, teniendo que trabajar jornadas extras para cubrir sus gastos familiares, ya que buena parte de esta emigración está conformada por familias enteras.
Lo cual contrasta con el trato que recibieron los inmigrantes que vinieron a Venezuela, el siglo pasado donde se estima que entre 8 y 10 millones se radicaron en nuestro país, provenientes principalmente de Europa, medio oriente y de casi todos los países del continente americano. Más de la mitad de la población Venezolana es descendiente de esa inmigración que se radicó aquí, siendo importante su contribución en el desarrollo de la nación. Es necesario destacar que una parte importante de los venezolanos han obtenido pasaportes de los países de los cuales procedieron sus padres o abuelos, obteniendo reconocimiento como ciudadanos con plenos derechos. También es justo reconocer a las organizaciones internacionales que como la Cruz Roja y otras instituciones públicas y privadas que han atendido a esa emigración, lo cual merece nuestro agradecimiento por el trato digno dado a nuestros connacionales.
Los analistas sociales indican que a través de un proceso de reactivación económica, se pueden crear un número considerable de empleos bien remunerados en mayor proporción como los logrados con la activación de algunos sectores de nuestra economía, lo cual ha sido alcanzado con la participación activa de nuestra empresa privada nacional, esto ha permitido alcanzar a más de 400 mil nuevos empleo en los últimos tres años. Es necesario desarrollar políticas públicas que faciliten y estimulen el desarrollo económico privado, es la mejor estrategia para crear alternativas de empleo sobre todo para nuestra juventud así como de los profesionales y mano de obra calificada. Lo cual es la vía para reducir esta inmigración que es antagónica, a nuestra urgente necesidad de obtener un mayor crecimiento económico como objetivo social y así detener esta inconveniencia humana.
Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.