La Organización Internacional del Trabajo (OIT), define el acoso laboral como una conducta o comportamiento agresivo a uno o más miembros de un equipo de trabajo con el objetivo de causar miedo, desprecio o depresión, hasta que éste renuncie o sea despedido. Según la (OIT) El acoso laboral implica acciones abusivas de gestos, palabras, comportamientos, actitudes que atentan contra la dignidad o la integridad física o mental de una persona y que, por la frecuencia e intensidad, debilitan la posición del trabajador o deterioran el clima en el trabajo
En Venezuela cada vez más aumentan los casos de acoso laboral y el sector educativo no escapa de esta realidad, cientos de profesores son obligados a asistir a las instituciones sin garantizarles las condiciones de bioseguridad pero además muchos de ellos han sido maltratados, amenazados y humillados por los directores de los planteles. Tanto la (OIT) como la Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que a raíz del acoso laboral se desprenden diversas enfermedades como resultado de los incidentes en los puestos de trabajo, estando entre los más comunes: el estrés, la depresión, la gastritis y trastornos del pánico que se traduce en sufrimiento, dolor y baja productividad.
Gricelda Sánchez, presidente de Formación Venezolana para la Dirigencia Sindical (Fordisi), manifestó que en la actualidad han recibido una cantidad importante de denuncias por parte de los maestros la cual han sido obligados a renunciar de sus cargos. “El acoso laboral hacia nuestros colegas definitivamente se ha convertido en uno de los principales problemas de la educación venezolana, comenzando este año recibimos una denuncia por parte de la profesora Layla Shrim quien labora en la Escuela Básica Nacional Bolivariana Paracotos ubicada en el Estado Miranda, en donde la directora de la mencionada institución Vivian Yores no le permite el ingreso por defender sus derechos laborales y hablar ajustada a la ley. La verdad es que muchos de éstos docentes conocen las normas, se las refrescan a los directores, reclaman pero no son escuchados ni validados, vemos también cómo se viola el derecho al traslado que está contemplado en nuestra convenciones colectivas, la grave situación económica no les permite a los maestros movilizarse a las instituciones y cada vez más esta situación empeora porque no tienen cómo cancelar un pasaje y llegar a sus lugares de trabajo. El Ministerio de Educación aplica una política para obstaculizar y profundizar la crisis que vive el sector educativo en Venezuela”, declaró.
Así mismo, denunció el caso de la profesora Lesbia Ceiba docente de la Unidad Educativa Luis Hurtado Higuera ubicada en El Junquito, Parroquia del Municipio Libertador quien aún no ha cobrado su bono vacacional y seis meses de salarios pendientes. Por otro lado, las profesoras Yelitza Rodríguez y Eva Azuaje docentes del Grupo Escolar Departamento Libertador, en el Estado Lara denunciaron que la directora Mayra Echegaray quiere trasladarlas de institución arbitrariamente, vale la pena destacar que estas educadoras no necesitan tomar transporte para asistir a las escuelas, ni han solicitado ningún cambio voluntario, tampoco están dispuestas a ceder su cargo.
Finalmente, Gricelda Sánchez hizo un llamado de atención a los organismos correspondientes y enfatizó la importancia de seguir defendiendo los derechos laborales de los trabajadores. “Hoy podemos ver cómo los docentes además de contar con un salario precario son burlados, perseguidos y acosados, esta situación se ha convertido en un juego macabro, podemos ver como desde las zonas educativas se prestan para estos atropellos y en definitiva nadie hace nada, pienso que esto es un tema relevante el cual deber ser atendido con inmediatez para la paz y tranquilidad de los funcionarios niños y jóvenes que hacen vida en nuestras instituciones”, apuntó. /Nota de Prensa