El Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) elaboró hace meses un plan para hacer frente a los miles de migrantes que llegaban a la frontera: trasladar a algunos de ellos en avión a ciudades del interior de Estados Unidos para su procesamiento.
Por CNN
Pero el plan está descartado ahora, dicen funcionarios a CNN, en parte después de que la Casa Blanca se mostrara indecisa sobre la complicada logística.
Ha sido un ciclo interminable desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo, según varios funcionarios del gobierno y fuentes cercanas a la Casa Blanca. Los funcionarios de la agencia sueñan con un plan pero luego batallan para obtener la aprobación de la Casa Blanca, incluso cuando el problema se agrava y los republicanos intensifican sus críticas.
La frustración va en aumento, especialmente entre los que están en primera línea.
“Todo parece influir en lo demás”, dijo un funcionario de Seguridad Nacional a CNN. “Las cosas se desarrollan. La gente cambia de opinión. Pierden una batalla, y hacen esto en su lugar”.
“Creo que están en el punto en el que es un Ave María tras otro”, añadió el funcionario.
Mientras las detenciones en la frontera siguen siendo elevadas, las autoridades se enfrentan a la forma de frenar el flujo migratorio, lo que se traduce en un constante torbellino de ideas, entre ellas la de procesar a los migrantes más lejos de la frontera.
“La asistencia interior y el apoyo comunitario es algo que la Casa Blanca solo se toma en serio cuando aumentan las tasas de encuentros”, dijo otro funcionario de Seguridad Nacional a CNN, añadiendo que no se esperan grandes cambios políticos adicionales hasta después de las elecciones de mitad de mandato.
El proceso se ve a menudo empantanado por las idas y venidas entre la Casa Blanca y el DHS. El departamento, presionado para mitigar la situación en la frontera entre EE.UU. y México, presenta propuestas a la Casa Blanca, que a su vez pide información adicional, lo que alimenta las frustraciones entre ambos, dijeron las fuentes a CNN. Los desacuerdos y las preguntas sobre la política, incluyendo el procesamiento interior, también brotan entre los funcionarios dentro del DHS.
“Estas son áreas en las que hemos estado trabajando juntos”, dijo una fuente familiarizada con las discusiones internas, añadiendo que puede haber diferentes opiniones entre las agencias, así como dentro de ellas.
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