Los servicios de Inteligencia de Ucrania han alertado de que el ejército ruso ha minado la presa de Kajovka, en el río Dniéper, una infraestructura crítica construida por la Unión Soviética en 1956, que embalsa una superficie de agua de 2.155 kilómetros cuadrados, así lo reseñó 20 MINUTOS.
En su último mensaje a la nación, el presidente Zelenski ha hecho públicos esos informes y ha alertado a la comunidad internacional de que la destrucción de esa presa provocaría “un desastre a gran escala”. Según medios locales, la voladura de la presa liberaría 18 millones de metros cúbicos de agua, inundando miles de hectáreas y hasta 80 localidades, afectando incluso a la ciudad de Jersón, que está situada 60 kilómetros río abajo en la desembocadura del Dniéper.
La Inteligencia ucraniana sospecha que el Kremlin podría recurrir a esa medida drástica en caso de tener que abandonar la región de Jersón ante el avance de la contraofensiva ucraniana. Sería una estrategia de ‘tierra quemada’ que históricamente ha utilizado Rusia desde las guerras napoleónicas.
Sin ir más lejos, Stalin llegó a volar una presa sobre el río Dniéper en esta misma región para contener el avance de las tropas nazis en la Segunda Guerra Mundial, una estrategia que sería idéntica a la que ahora temen en Kiev que pueda emular Vladimir Putin.
En agosto de 1941, Stalin ordenó a agentes del NKVD, precursor del KGB, la voladura de la presa de Dneprostroi cuando el ejército alemán amenazaba la ciudad ucraniana de Zaporiyia y el ejército Rojo estaba en retirada. Se estima que la inundación provocada por la voladura de aquella presa causó la muerte de entre 20.000 y 100.000 personas.
“Un ataque terrorista de este tipo significaría exactamente lo mismo que el uso de armas de destrucción masiva”, ha subrayado Zelenski, quien no descarta que Putin pueda dar la orden de activar los explosivos. Tampoco descarta la Inteligencia ucraniana que Moscú provoque un atentando de falsa bandera en la presa de Kajovka para acusar a Kiev. “Si Rusia está considerando seriamente ese escenario significa que los terroristas son claramente conscientes de que no podrán quedarse con Jersón ni con el sur del país, incluida Crimea”.
Lo cierto es que la evacuación de civiles en Jersón que está llevando a cabo el Kremlin durante los últimos días, así como sus recomendaciones a la población para que abandone la región, aumentan las sospechas ucranianas de que algún tipo de ataque a gran escala podría producirse en la región.
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