Pudiera ser como acto de deferencia hacia el rey Carlos III. Después de todo lleva tanto tiempo esperando para sentarse en el trono que lo justo sería darle unos meses de puro protagonismo. O quizá un hastío público, tras tantos días apareciendo en los medios por el fallecimiento de la reina Isabel II. O la razón más sencilla es la más correcta: si los príncipes de Gales llevan tanto tiempo enclaustrados en su nueva mansión es por sus hijos.
Por 20minutos.es
Aunque reaparecieron a finales de septiembre en un evento con los trabajadores del funeral de la monarca y a mediados de octubre visitaron el Copper Box Arena en el Parque Olímpico Reina Isabel por el décimo aniversario del centro, lo cierto es que el príncipe Guillermo y Kate Middleton están disfrutando de Adelaide Cottage, el hogar al que se han mudado desde el Palacio de Kensington de Londres, en una búsqueda de una menor exposición y una mayor tranquilidad de cara a apoyar al nuevo soberano y prepararse para la coronación de este.
Pero si esto es posible es, en gran medida, gracias a George, Charlotte y Louis, sus pequeños de 9, 7 y 4 años respectivamente. Ellos son quienes están protagonizando la Autumn holiday, las vacaciones de otoño: un parón de dos semanas del curso en su recién estrenada escuela, Lambrook, que los príncipes de Gales han aprovechado para pasar tiempo con ellos y, por ejemplo, montar en bici descubriendo los nuevos rincones de su palacio.
“[A los príncipes de Gales] Les encanta que los niños salgan con las bicicletas y viendo la finca, y están encantados de ir conociendo todo y a todos. Es de verdad como una pequeña comunidad”, ha asegurado un amigo de la familia a People.
Fue este mismo medio el que recogió de otro informante lo estresantes que han llegado a ser las anteriores semanas tanto para los duques de Cornualles y Cambridge como para sus pequeños: “Las cosas estaban muy tensas esa semana; no fue exactamente el período de adaptación que esperaban”.
Así, se encuentran hoy por hoy en mitad de este parón que tan bien les ha venido a Guillermo y Kate para poder pararse a hablar con sus hijos e ir asentándose en Adelaide Cottage. Será pues justo para Halloween cuando la familia al completo regrese a sus actividades, quedando por saber si tendrán alguna sorpresa preparada en forma de disfraz conjunto.