En proximidad de las elecciones legislativas en los Estados Unidos, conocidas como “mid term”, son más importantes de lo que puede parecer, porque tienen un gran impacto en el país. Justo en la mitad del presidente de turno, el próximo 8 de noviembre, se convoca al ciudadano para renovar parte del Congreso. Un tercio del Senado, (34 de 100 escaños); la totalidad de la Cámara de Representantes (435 curules); gobernadores de (36) estados, y una gran cantidad de alcaldes.
Con el triunfo hace dos años del Partido Demócrata sobre el Republicano, repleto de discrepancias y desarticulado, esta vez, un cambio se avecina y puede producirse. La sensación de que las cosas no van bien, está extendida. La data lo corrobora, y un proceso inflacionario asecha, divisándose a lo lejos, oscuros nubarrones, que angustian a la familia estadounidense. En USA hay economía, hoy, en precaria condición. Es posible que los republicanos se impongan en ambas cámaras y, si bien el anciano seguirá murmurando cómo ser cabeza de la primera potencia, después de estas votaciones podría encontrarse confinado en Washington, dormitando en la oficina Oval, sin capacidad legislativa para ejercer comando.
Todo indica, los republicanos serán mayoría en el parlamento. La Casa Blanca y su inquilino, entrarán en letargo, marasmo afortunado para su país y el mundo. En tal caso, las elecciones venezolanas -que los castro-maduristas, sólo creen como recurso necesario-, se realizarán en el lapso constitucional, so pena de no ser reconocidas. Estados Unidos, y Miraflores, se consagrarán en los preparativos para el regreso de Donald Trump.
¡El miedo es libre! Sin embargo, puede que no haya emoción más condicionada por el relato sociocultural que, finaliza determinando experiencias y expectativas. Pensar, lo que debió ser la tristeza de la postguerra, el maltrato continuado de abdicación incluso a pensarse diferente. La aprensión de renunciar a la idea de libertad y democracia, porque el desconsuelo invadió todo. En esta normalidad de precarización, el creer que la estulticia socialista comunista puede mejorar, es poco menos que una locura.
La declaración del gobierno Biden, afirmando que su política hacia Venezuela no se ha modificado, tintinea a interesado embuste diplomático. La Casa Blanca, mantiene comunicación directa y sin intermediarios, con la de Misia Jacinta, consintiendo el vulgar chantaje, al dar indultos, levantar sanciones; y por si fuera poco la burla, expresa con altanería: cometen un grave error si piensan que nuestra paciencia es infinita-; generando indignación y suspicacia. El altercado en la OEA sobre despachar al representante provisional, es demostración, de no tolerar más guabineo.
Pero si el diablo mete la cola y ocurre el milagro de que los demócratas conserven el Congreso, y el longevo presidente pueda esperar una vida saludando fantasmas, sin saber por dónde salir; el castrismo tiene campo tranquilo, sereno y despejado para la cuestión electoral, incluso antes de la fecha. Para qué esperar su prolongación, será reconocido, seguirá en lo mismo, con o sin casaca y gorra militar.
Si los republicanos no logran la mayoría, los venezolanos seguiremos controlados, escuchando mentiras y pendejadas, además de las ironías poco favorables del jefe partidista. Tendremos que soportar la molestia de animadores, cohabitadores timoratos y blandengues, en la misma bolsería, masturbándose peligrosamente con una primaria que mostrará, una vez más, en Venezuela no hay oposición seria y responsable.
México surge, con la ayuda promotora y protagónica estadounidense. Pero, la tertulia en cenáculo, no dará resultados para la ciudadanía; estamos en vísperas de las fiestas decembrinas y en las inmediaciones del 5 de enero 2023. El G4 -copartícipe, del interinato parlamentario y colegiado-, quiere fuera al interino y busca procedimientos leguleyos para quedarse con el cargo, alegando custodia y protección de los activos en el exterior; y en tierras aztecas, sólo se debatirá, la continuidad -o no- del ejecutivo interino, y si por decisión de la mayoría parlamentaria de PJ, AD, UNT, parte de VP, desmontan, entregando al ejecutivo interino, por nada, pudiera ser su propia extinción.
Listo el reglamento de la primaria, que cuida en detalle haberes y cálculo político partidista, por encima de intereses ciudadanos; al final se resume, en la ventaja y utilidad del consenso, como el camino aconsejable. Sleepy Joe, sonriente señalará: es decisión soberana del pueblo venezolano y nada tenemos que decir, solo acatarla.
Los que señalan, nada se ha movido y nunca cambia. Conceptualizan la desesperanza, categorías absolutas, del nada, del nunca, que fomentan la renuncia a la rebeldía, al sueño de libertad, a la ilusión democrática del compartir esperanza, y peor, facilitan actitudes de indefensión.
@ArmandoMartini