Desde antes de la pandemia fueron los trabajadores de la salud y la educación los primeros que comenzaron a migrar hacia la economía informal en la isla de Margarita.
Por Dexcy Guédez
Así se desprende del análisis realizado por la Federación de Trabajadores de Nueva Esparta (Fetraesparta) para conocer la situación sobre ese aspecto en los últimos dos meses del año.
Luis Castro, presidente de la máxima central laboral de la entidad, estimó que la presencia de los vendedores informales en las zonas comerciales de Porlamar y Juan Griego pudiera alcanzar entre 60% y 65% a partir del próximo mes de noviembre.
Una medición realizada al cierre del mes de agosto por las autoridades del Servicio Desconcentrado de Administración Tributaria del estado Nueva Esparta (Sedatebne), dio cuenta de que la economía informal en las mencionadas zonas comerciales alcanza el 44%.
Sin embargo, para la directiva de Fetraesparta esas estadísticas se quedaron cortas, por lo que van más allá y hacen estimaciones que resultan alarmantes.
“Quién va a querer trabajar por un salario mínimo que hasta ahora equivale a 14 dólares y además tiene que gastar un monto superior a eso solamente en pasaje. No les queda otra alternativa que migrar hacia la economía informal”, recalcó Castro.
El dirigente sindical aseguró que no se ven más vendedores informales en las calles, porque muchos trabajan desde sus casas.
“Hay maestros y enfermeras haciendo tortas y dulces para poder sobrevivir, porque ni siquiera pueden decir que están viviendo”, enfatizó.
Castro avizora que en los próximos días, los empleados públicos también se sumarán a la economía informal para garantizar los estrenos y cenas de Navidad y Año Nuevo, ya que el pago fraccionado de los aguinaldos los tienen que gastar en comida y medicinas.
