Un funcionario municipal ha encontrado los restos de una mujer que huyó de Corea del Norte hace más de dos décadas en la vivienda en la que residía en Seúl y que falleció hace meses sin que nadie diera cuenta de ello, lo que vuelve a poner el foco en las dificultades que atraviesan los norcoreanos que logran establecerse en el país vecino.
Lo que el funcionario encontró al acceder a la vivienda fue el esqueleto de la mujer, de 49 años y apellidada Kim, envuelto en ropa de invierno, lo que hace pensar que falleció el pasado invierno, aunque se le practicará una autopsia al cuerpo para determinar las causas exactas de la muerte, según informó hoy la cadena de radiotelevisión pública KBS.
El representante de la corporación de vivienda pública de Seúl visitó el apartamento, situado en el distrito de Yangcheon, el pasado miércoles pese a que su contrato no había sido renovado hace meses y a que la mujer llevaba sin pagar el alquiler o las facturas derivadas desde hace casi dos años.
Esto ha vuelto a desatar las críticas por la aparente falta de atención de los servicios sociales ante la situación de la mujer, y ha recordado el caso de Han Sung-ok, norcoreana que en 2019 fue hallada muerta, aparentemente de inanición, en su domicilio de Seúl junto a su hijo de 6 años.
La mujer cuyo cadáver acaba de ser hallado llegó a Corea del Sur en 2002 y había trabajado como orientadora para otros norcoreanos llegados al Sur hasta 2017 en la fundación Hana, dependiente del Ministerio de Unificación.
Kim había incluso aparecido en los medios locales, que la habían calificado de “norcoreana asentada con éxito en el Sur”.
Al llegar al Sur, muchos desertores, especialmente si ya no están en edad escolar o universitaria, encuentran muchas dificultades en su vida diaria por la ausencia de familia y amigos, su dificultad para encajar en el competitivo mercado laboral surcoreano y una discriminación laboral, salarial y social muy generalizada. EFE