Cardenal Baltazar Porras preside celebración por el Beato José Gregorio Hernández en Roma este #26Oct (Fotos)

Cardenal Baltazar Porras preside celebración por el Beato José Gregorio Hernández en Roma este #26Oct (Fotos)

 

Este miércoles 26 de octubre se conmemora el natalicio del Dr. José Gregorio Hernández, un hombre venerado por los venezolanos tras los innumerables milagros atribuidos a él.





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En este sentido, el Cardenal Baltazar Porras preside desde la Basílica de Santa María Maggiore en Roma una misa en celebración al Beato José Gregorio Hernández.

Biografía del Dr. José Gregorio Hernández

El doctor José Gregorio Hernández fue un médico, científico, profesor, filántropo y franciscano seglar de Venezuela. Actualmente considerado beato por la Iglesia Católica, este personaje realizó grandes aportes al desarrollo de la medicina moderna en su país y es recordado por su solidaridad con los más pobres.

Nació en Isnotú, una pequeña localidad del Estado Trujillo, un 26 de octubre de 1864. Su madre, una mujer muy devota, falleció cuando él tenía 8 años.

Años más tarde, el joven quiso estudiar Derecho, pero su padre lo ayudó a inclinarse por la Medicina, según su biógrafa Milagros Otelo. Hernández fue a Caracas para estudiar en la Universidad Central de Venezuela (UCV), de donde se graduó en 1.888 con excelentes calificaciones. Tras ello, regresó a su pueblo natal para atender a los más necesitados.

Hernández fue becado para completar sus estudios en París, donde conoció aportes que luego aplicaría en su patria. Entre los logros que se le atribuyen están la introducción del microscopio en Venezuela y la apertura de cátedras en bacteriología y otras ramas del saber poco avanzadas en dicho país.

No obstante, la labor por la que Hernández es más recordado fue su dedicación al cuidado de los enfermos más pobres, a quienes atendía sin cobrar un centavo. Su ferviente catolicismo lo llevó a intentar ordenarse sacerdote en dos ocasiones.

José Gregorio Hernández murió un 29 de junio de 1919 a los 54 años, atropellado por un automóvil mientras cruzaba una calle de Caracas para atender a una anciana, en una época en la que circulaban pocos vehículos motores en dicha ciudad. Sus últimas palabras, según una testigo, fueron: “¡Virgen Santísima!”.