La tarjeta de residencia permanente, también conocida como ‘Green Card’ es uno de los requisitos básicos con el que deben contar quienes no son de nacionalidad estadounidense, pero sí viven legalmente en ese país. Uno de los contratiempos suele estar relacionado con la expiración de la misma y la incertidumbre sobre los pasos a seguir.
Por Semana
Inicialmente, es importante tener en cuenta que el incumplir con los plazos para renovar el documento puede traer consigo varios contratiempos, y no solo por cuánto tiempo puede tardar todo el proceso. Por ello, le presentamos algunas recomendaciones para que no engrose la lista de quienes han tenido dificultades en ese sentido.
En principio, se sugiere que los trámites para actualizarla se empiecen a hacer mínimo con medio año de anticipación, dado que toda la formalización puede incluso variar entre los 10 y 12 meses. La primera etapa consiste en diligenciar el Formulario I-90 que puede presentar de forma virtual o impresa.
Si se opta por la primera opción, se debe crear una cuenta en la página del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) lo que facilitará verificar el estatus del caso, conocer fechas estimadas y personalizadas, así como manejar la información de contacto. Si se inclina por la segunda alternativa (físico), la dependencia gubernamental detalla las oficinas presenciales a las que puede acercarse.
¿Qué puede pasar si ya se venció?
Si la tarjeta de residencia no está activa, la persona puede verse envuelta en obstáculos para trabajar (pues debe dar constancia de que tiene el permiso para ello), dificultades a la hora de ingresar nuevamente a Estados Unidos y eventualmente algunos límites para acceder a programas o beneficios en los que esté inscrito.
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