El pasado miércoles 5 del mes en curso se celebró en Viena la 45ª Reunión del Comité Ministerial Conjunto de Supervisión (CMCS) y la 33ª Reunión Ministerial de la OPEP Plus (OPEP+) con una duración de 30 minutos, siendo la primera vez que los ministros se reúnen en persona desde el comienzo de la pandemia de coronavirus a principios de 2020, aprobándose un recorte de la producción igual a 2 MMB/D con base en los niveles de producción requeridos de agosto de 2022, y vigente desde noviembre de 2022.
La decisión, calificada como proactiva y preventiva por el grupo con sede en la capital austriaca, procuró, de acuerdo a lo discutido, ofrecer al mercado una orientación de largo plazo atendiendo a la incertidumbre que rodea las perspectivas económicas, por el impacto de las restricciones en política monetaria que han venido aplicando los bancos centrales y que hacen temer consecuencias desfavorables en la demanda petrolera al aumentar las expectativas de una recesión global, intensificadas además, por la persistencia de la política de Covid cero en China.
También se aprobó ampliar la Declaración de Cooperación (léase OPEP+) hasta finales de 2023, reforzando la alianza liderada por Rusia y Arabia Saudita, lo cual cobra relevancia política en el marco del conflicto entre Rusia y Ucrania, y la alineación de intereses entre los países que apoyan a Ucrania, encabezados por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EE.UU.), en contra de los que, abierta o tácitamente, favorecen a Rusia, o se abstienen de condenar su llamada “Operación Militar Especial” en territorio ucraniano. Este punto conlleva una crítica sobre los efectos de la reciente decisión de la OPEP+ y su impacto alcista sobre los precios y su incidencia en el financiamiento ruso de su acción militar contra Ucrania, más aun cuando está en discusión por parte de la alianza occidental limitar el precio del petróleo ruso para contener los ingresos externos de este país. Igualmente, se aprobó volver al formato de dos reuniones anuales a partir de diciembre próximo cuando volverán a verse las caras en Viena el día 4.
El ajuste hacia abajo
El ajuste hacia abajo de 2 MMB/D fue calificado como sorpresivo, aunque tuvo un respaldo unánime sin mayores deliberaciones, y se suscribió la propuesta del organismo técnico de la organización que sugirió este recorte. Quizás lo sorpresivo fue que lo conseguido duplicó las expectativas en torno a un recorte de 1 MMB/D que se había consensuado previamente. Una explicación a esta discrepancia revela que frente al sobrecumplimiento de las cuotas observadas por distintas razones por algunos países miembros, y que ubican la producción de la OPEP+ en niveles por debajo de 3.6 MMB/D, un recorte de 1 MMB/D no se traduciría en ajuste alguno, por lo que se hacía necesario ampliar el recorte en 1 MMB/D más para que pudiera tener efecto en los precios, como en efecto lo tuvo en menos de 48 horas de haberse tomado tal decisión, al cotizarse el Brent del Mar del Norte en 94 U$B.
Sin embargo, aquellos países que mantienen un cumplimiento apropiado podrían hacer un recorte efectivo, tal como es el caso de Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait e Irak, lo que serviría de colchón de seguridad (capacidad ociosa) cuando más adelante, al entrar en vigencia el embargo europeo petrolero sobre Rusia, y los topes de precios para castigar los embarques de crudo ruso, sea necesario compensar los barriles faltantes por tales medidas, estimados los mismos en torno a 1.25 MMB/D. Por otro lado, este recorte de la oferta anticiparía la incidencia bajista en el precio de la destrucción de demanda asociada a la recesión económica en ciernes, reestableciendo un sesgo alcista, vía expectativas, en los precios que estabilice el valor del barril entre 90 y 100 U$.
De esta manera, el recorte nominal de la OPEP+ de 2,0 millones de b/d se traducirá en solo 1,08 millones de b/d.
Rusia, en particular, no tendría que reducir su producción, ya que su producción real en agosto fue de 9.77 MMB/D y su cuota era de 11 MMB/D, por lo que hacer el recorte asignado de 526 MB/D no sería menester.
La decisión de la OPEP
Esta acción de la OPEP Plus surge, según lo declarado por el ministro petrolero de Arabia Saudita, en reacción a la elevación de las tasas de interés en Occidente en su lucha antiinflacionaria, y sus consecuencias en cuanto a temores de recesión y fortalecimiento del dólar estadounidense. Como “Banco Centro Petrolero” para Arabia Saudita el torniquete a la oferta petrolera busca eliminar el desequilibrio de liquidez que venía generándose entre los barriles de papel del mercado de futuros y el mercado spot, en tanto que la tendencia bajista nacida de la acción monetaria restrictiva y el dólar fortalecido estaba demandando llamados de margen en los mercados de futuros bastante alarmistas.
Las expectativas alcistas empujadas por la decisión de la OPEP+ deberían realinear los barriles de los mercados financieros con los que se transan en el mercado spot, y que reflejan, según el ministro saudita, más adecuadamente el estado de los fundamentos. En la práctica, la acción de la OPEP+ procura un control del mercado por parte de los países productores asociados en la OPEP+ (23) conducente a la estabilidad del mercado. De esta forma también se comporta la OPEP en su rol de actuar como elemento de equilibrio y moderador de un mercado tan inestable e impredecible, como lo es el mercado petrolero; todo ello con el objetivo de lograr precios de realización, de venta o de mercado, más estables y significativos para sus miembros.
Es decir, intenta hacer frente a las iniciativas del grupo de países consumidores-importadores dirigidas al manejo del precio lejos de los objetivos y aspiraciones del grupo de países productores-exportadores, y que se traducían en medidas tales como venta de las reservas estratégicas, propuestas de tope a los precios de los embarques rusos en embarcaciones con aseguramiento en países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y embargos, entre otras.
Según Goldman Sachs, la decisión de la OPEP+, significa, en última instancia, un regreso al Viejo Orden del Petróleo, donde el núcleo de la OPEP actúa bajo el comportamiento racional de un productor dominante con poder de fijación de precios. La OPEP sigue vigilando y protegiendo sus propios intereses nacionales, sin tener en cuenta la política de la situación en torno a la guerra en Ucrania.
En ese sentido, aunque excepcional, este recorte también es lógico ya que maximiza los ingresos del grupo hoy con un sacrificio mínimo de ganancias futuras. Sólo que no se trata nada más de la OPEP+, sino también de Rusia, en medio de una tensión bélica de elevado nivel y que pareciera prolongarse indefinidamente en el tiempo.