Elon Musk tomó el control de Twitter el jueves al cerrarse su acuerdo de 44.000 millones de dólares para hacerse con la compañía.
Por Elizabeth Dwoskin y Faiz Siddiqui | The Washington Post | Infobae
Como uno de sus primeros movimientos, despidió a varios altos ejecutivos de Twitter, según tres personas familiarizadas con el asunto que hablaron bajo la condición de anonimato para discutir asuntos sensibles. Uno de ellos confirmó que el acuerdo se había cerrado.
El director general Parag Agrawal, el director financiero Ned Segal y Vijaya Gadde, jefe de política legal, confianza y seguridad, fueron despedidos, según las personas.
Los tres altos ejecutivos de Twitter fueron sacados apresuradamente del edificio, dijeron las personas. El cierre del acuerdo pone fin a una saga de montaña rusa de meses de duración.
En los últimos días, Musk parecía resignado, e incluso entusiasmado, con su compra inminente. El miércoles se presentó en las oficinas de la empresa de forma inesperada, cargando un lavabo con sus manos para sugerir que el mensaje de que se convertiría en propietario tenía que “calar”, según una foto que publicó a sus más de 100 millones de seguidores en Twitter.
El multimillonario tiene previsto celebrar una asamblea general de la empresa el viernes.
En los últimos días, Musk parecía resignado, e incluso entusiasmado, con su compra inminente. El miércoles se presentó en las oficinas de la empresa de forma inesperada, cargando un lavabo con sus manos para sugerir que el mensaje de que se convertiría en propietario tenía que “calar”, según una foto que publicó a sus más de 100 millones de seguidores en Twitter.
El multimillonario tiene previsto celebrar una asamblea general de la empresa el viernes.
La compra de Twitter por parte de Elon Musk lo coloca al frente de una de las plataformas de comunicación más poderosas del mundo a pocos días de las principales elecciones legislativas en Estados Unidos y de las presidenciales en Brasil.
Musk, un magnate del transporte que también es director de Tesla y SpaceEx, ha ofrecido algunas pistas sobre lo que haría al hacerse cargo de Twitter, a pesar de no tener experiencia en la dirección de un servicio de redes sociales.
Ha sugerido que quiere flexibilizar las normas para la vigilancia de contenidos nocivos, como la desinformación y el discurso de odio, y ha dicho que traería al ex presidente Donald Trump de vuelta a la plataforma. También ha denunciado la llamada “censura” de las empresas de redes sociales.