La experiencia de la inundación vivida hace 36 años en el pueblo San José Obrero, Municipio Obispos de Barinas, ha sido recordada en el presente invierno por quienes la padecieron, y encendieron la alarma para que las autoridades pongan sus conocimientos y manos a la obra, para dragar el caño Murciélago.
Corresponsalía lapatilla.com
Hoy del caño Murciélago solo queda el nombre, debido a que se transforma en un río cada vez que llueve con intensidad. La masa de agua ha logrado arrancar árboles de sus orillas y la margen izquierda se ha corroído, lo que atemoriza a los lugareños, porque ven que de no ser tratado el daño y si no se ejecuta el dragado, está próximo a desbordarse.
La gobernación de Barinas envió a sus funcionarios para inspeccionar la situación. Según Alfredo Silva, para lo que tengan por hacer cuentan con el respaldo de Pdvsa. “Dentro de 15 días volveremos al lugar para monitorear el comportamiento de caño Murciélago y las condiciones recientes”, aseguró el funcionario.
La comisión encontró un cauce cargado de sedimentos. Al conversar con los lugareños para conocer sus expectativas, notaron a una población que por el miedo, ha perdido la tranquilidad. Los ingenieros tienen un informe técnico y dependen de los recursos para aplicar los correctivos sobre las fallas encontradas.