Cada 31 de octubre, en la fiesta de Halloween hay una protagonista indiscutida: la calabaza decorada. ¿Cuál es el origen de este símbolo?
Por Clarín
Esta fiesta, tan arraigada en Estados Unidos y que cada vez está más difundida en otros países, tiene su raíz en una tradición celta.
Según cuenta una antigua leyenda irlandesa, los celtas celebraban la fiesta del Samhain, el día 31 de octubre, que coincidía con el final de la temporada de cosecha y el fin del verano.
Una nota del sitio español Bonviveur explica que se creía que esa noche los espíritus de los muertos regresaban y paseaban a sus anchas entre los vivos, aunque algunos de ellos con malas o dudosas intenciones.
Entre las costumbres existentes para ahuyentar esos malos espíritus estaba la de vaciar hortalizas típica de la zona y decorarlas con velas.
En el siglo XIX, los irlandeses que emigraron a Estados Unidos retomaron esa costumbre.
Como en aquellos años, había excedente de calabazas, comenzaron a usar ese vegetal, hasta que se convirtió en este símbolo característico que conocemos.
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