Un grupo criminal secuestró a 39 niños que trabajaban en una granja en el noroeste de Nigeria, con el objetivo de obtener un rescate, anunciaron el miércoles la policía y un responsable local.
El domingo, decenas de hombres armados invadieron en moto una granja a las afueras del pueblo de Mairuwa, en el estado de Katsina, secuestrando a los 39 niños, dijeron estas fuentes.
Las bandas armadas, llamadas localmente “bandidos”, aterrorizan los estados del noroeste y del centro del país más poblado de África, saqueando, secuestrando y matando a los lugareños.
Los rehenes suelen ser liberados tras el pago de un rescate a las bandas, que se refugian en el gran bosque de Rugu, entre los estados de Zamfara, Niger, Katsina y Kaduna.
“Nuestros agentes se movilizaron en la zona para rescatar a los rehenes y detener a los criminales”, declaró el portavoz de la policía Katsina, Gambo Isah.
Un funcionario local anónimo del distrito de Faskari, donde se encuentra Mairuwa, afirmó que en total había decenas de trabajadores, pero que los adultos, que corrían más rápido, “consiguieron escaparse”.
En el pasado, el jefe de la granja había llegado a un acuerdo económico con los bandidos para poder efectuar su cosecha. Pero los hombres armados solo recibieron un pago inicial, lo que debió enfurecerlos, indicó el funcionario.
El distrito de Faskari, en la frontera con el estado de Zamfara, sufre las recurrentes amenazas de secuestros de los bandidos, afirma esta fuente.
El presidente Muhammadu Buhari, que no se presentará a las elecciones presidenciales dentro de cuatro meses en acuerdo con la Constitución, es objeto de críticas tras dos mandatos particularmente marcados por el aumento de la inseguridad.
Nigeria, que tiene unos 215 millones de habitantes, también sufre la presencia de grupos yihadistas en el noreste y conflictos separatistas en el sureste.
AFP