Los representantes y docentes de la Escuela Nacional Bolivariana Juan Antonio Miquilena, ubicada en Borojó, municipio Buchivacoa del estado Falcón, decidieron poner un candado a la infraestructura debido a sus pésimas condiciones.
Corresponsalía lapatilla.com
La acción fue tomada en una asamblea que se realizó en la escuela para plantear los problemas y buscar posibles soluciones. Carlos Ferrer, presidente del Concejo Municipal, informó que fueron invitados a la reunión y constataron la situación del lugar.
Es una escuela de vieja data que no ha recibido mejoras en más de 20 años. Además, ha sufrido los embates de las fuertes lluvias que se han registrado en las últimas semanas. Al área de la dirección se le cayó el techo, en la entrada hay varias grietas en paredes y vigas de carga, lo que pone en peligro a los 70 niños que ven clases en la institución.
La institución educativa solo tiene tres salones habilitados con sus maestras y allí se atienden dos grados por cada salón. Estos espacios también presentan deficiencias, pero son los que están en mejores condiciones.
El edificio también está invadido por palomas, lo que genera piojos y enfermedades respiratorias, poniendo en riesgo la vida de los estudiantes. “El daño de la infraestructura es total y hay mucha plaga”, dijo.
Tampoco tienen baños y el comedor es ineficiente. A esto se suma la baja matrícula, pese a ser un colegio de vieja data que egresó miles de estudiantes de primaria de los pueblos cercanos. Tampoco hay suficientes docentes, y desde hace año y medio que no hay nadie en el cargo directivo.
Los representantes están buscando un lugar donde los niños puedan ver clases sin riesgos y que puedan tener acceso al baño. Aunque esta denuncia ha sido expuesta en varias oportunidades ante los gobernantes, no se ha hecho nada por la institución.
Se supo que fue seleccionada como una de las 13 instituciones que recibirán atención a través de un plan que no se sabe si es nacional o regional, pero hasta la fecha todo ha quedado en promesas.