En una visita del alcalde de Maracaibo Rafael Ramírez Colina al sector Valle Claro, personalmente le entregué al burgomaestre una carta de ayuda desesperada de una familia.
Se trata de la petición de la familia Fontalvo Barboza que vive en el barrio 14 de noviembre calle 80B, casa 76-38 en el oeste de Maracaibo, que no tiene techo se lo llevó completamente un fuerte viento con agua que ha azotado a Maracaibo.
El alcalde lo recibió con mucho gusto el 9 de septiembre, ese día se comprometió ayudar a esa familia.
La mejor muestra que ese hecho ocurrió es la foto que se anexa a este artículo
El alcalde dijo allí en ese evento que iba ayudar a esa familia y dotarla de un techo, y autorizó a Luis Rubio, director de Ivima, quien visitó la familia el 7 de octubre y corroboró el estado ruinoso del techo. Desde entonces se produjo un segundo drama del político que ofrece y no cumple.
Desde que el alcalde de Maracaibo Rafael Ramírez Colina se comprometió a ayudar a la familia cuya casa carece de techo han pasado treinta días y la familia solo tiene como indicio de que la ayudarán un código, números… Este es, según el funcionario de la alcaldía, el signo de que su petición está en el sistema. ¡Un código! Mientras, el techo sigue ausente, pendiente de que se concrete el compromiso del funcionario electo para ayudar a los residentes del municipio Maracaibo, en este caso el burgomaestre Rafael Ramírez.
Es una historia un poco kafkiana que está aún sin resolverse, pese al compromiso de la palabra. Ello equivale nada más y nada menos que a una estafa política con esta familia que sufre la inclemencia de las fuertes lluvias caídas sobre todo en el último mes. No puede llamarse de otra manera ese juego perverso de dilatar algo que hasta ahora nunca se da como es el techo de la vivienda donde quienes viven son personas como uno.
Duele en el alma ver este drama y en lo personal me impacta como periodista. La familia sufre y sufre, y está molesta conmigo porque de una u otra forma fui el gestor de su petición. El lunes último de octubre la familia soportó la peor de las lluvias que azotaron la ciudad y anda desesperada, engañada porque su caso está sin resolución. Solo tratan de convencerla con la excusa del bendito código. Alcalde Ramírez, ¿usted piensa cumplirle o no a esta familia? Honre su palabra empeñada desde hace casi un mes, pero sin dilación alguna. Usted dijo que le pondría su techo, pero parece que es su palabra la que tiene un techo.
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