Un milmillonario emite un millón de veces más gases de efecto invernadero que una persona corriente que pertenezca al 90 % de la población menos rica del planeta debido a sus inversiones, ya que genera anualmente tres millones de toneladas de dióxido de carbono, según recoge un informe de Oxfam Intermón.
“Milmillonarios de carbón: las emisiones de las inversiones de las personas más ricas” es el estudio de esta organización, que ha analizado las inversiones de 125 milmillonarios de 183 de las mayores empresas del mundo -que cuentan con, al menos, el 10 % de las acciones de estas corporaciones- y que juntos poseen una riqueza conocida de 2,4 billones de dólares.
Así, las inversiones de todos los empresarios investigados juntos suponen la emisión de 393 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año, una cantidad equivalente al promedio anual de emisiones de países como Francia, Egipto o Argentina.
Estas cantidades de contaminación podrían ser mayores, según los autores del estudio, si las grandes empresas no “subestimasen sistemáticamente su nivel de huella de carbono”.
Ante estas cifras, los gobiernos deben tomar medidas “urgentes” para hacer públicas las emisiones de las personas más ricas, ha defendido el responsable de cambio climático de esta entidad, Nafkote Dabi, a través de la regulación de los inversores y las grandes empresas para “reducir drásticamente sus emisiones”.
De hecho, si los inversores redirigieran su dinero a otro tipo de fondos más sociales y ambientales, “podrían reducirse sus emisiones hasta cuatro veces”, ha asegurado Dabi.
En promedio, el 14 % de sus inversiones van destinadas a “industrias contaminantes” como las energéticas o las productoras de materiales como el cemento, y sólo uno de los 125 milmillonarios analizados invirtió en una empresa de energía renovable.
Además, del total de empresas estudiadas, tan sólo un 16 % se ha comprometido a alcanzar las cero emisiones netas.
Por ello, Dabi ha pedido “cambios radicales” en las practicas empresariales de los inversores, las empresas y las políticas públicas para así poder alcanzar el objetivo de no superar los 1,5 grados de calentamiento global.
Los autores han concluido que las personas ricas juegan un papel “desproporcionadamente grande” en la economía de combustibles fósiles, sobre todo por sus inversiones, y han solicitado un impuesto a los ricos que, a su juicio, podría recaudar hasta 1,4 billones de dólares al año, además de una “pronunciada” subida de impuestos a las inversiones en industrias contaminantes.
EFE