Si de desafiar los límites se trata, Nathalie McGloin es un ejemplo perfecto de ello: cuando era adolescente sufrió un incidente de tránsito que la dejó en silla de ruedas, con casi todo su cuerpo paralizado, pero decidió de todos modos avanzar. De hecho, semejante dificultad resultó un impulso para cruzar hacia terrenos inexplorados, y ahora es el propio libro Guinness de los récords el que confirma que llegó a donde nadie más lo había hecho antes: ya es oficialmente la primera mujer piloto de carreras tetrapléjica del mundo.
Por Clarín
El camino para cumplir su objetivo no fue fácil: el primer fruto de su esfuerzo maduró en 2015, cuando consiguió una licencia para competir como piloto de carreras en el Reino Unido. Apenas cuatro años después, en 2019, ya alcanzó a correr su primer rally junto a su marido, el también piloto Andrew Bayliss.
“Una vez que se lo propone, realmente no hay límite para lo que Nathalie puede explorar y lograr”, aseguraron desde Guinness al hacer pública la distinción a McGloin, quien hoy es además la presidenta de la Comisión de Discapacidad y Accesibilidad de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
La inspiradora historia de Nathalie McGloin
En 1999, cuando tenía 16 años, McGloin fue víctima de un siniestro vial mientras viajaba de regreso a su casa junto a sus amigos desde el colegio. “Me senté en la parte trasera del auto sin ponerme el cinturón, y al esquivar a otro coche terminamos chocando contra un árbol”, recordó.
En el episodio se quebró el cuello y su columna quedó destrozada. A partir de entonces su vida cambiaría para siempre. “Estoy paralizada del pecho hacia abajo”, explicó la piloto, y agregó: “Mis dedos no funcionan correctamente y también tengo una función limitada de tríceps”.
Nathalie McGloin
La piloto tetrapléjica que entró al Guinness de los récords
Debido al accidente estuvo 11 meses internada. Mientras se recuperaba, ya preparaba el terreno para lo que de ahí en más sería su nueva realidad. Aunque claro, una cosa es la teoría y otra la práctica: “Después de algo así, no es hasta que volvés a casa y salís al mundo exterior cuando aprendés tus verdaderas habilidades”, advirtió. Por eso es que, incluso hoy, más de 20 años después de aquel fatídico viaje, siente que sigue mejorando a diario.
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